Más de una hora de conversación da para mucho. Y esto sucede con el nuevo capataz de Jesús Nazareno, Francisco Luis Castaño Romero. Popularmente conocido como Sony, su trayectoria en el mundo del costal es muy amplia. Casi siempre de la mano de Luis Miguel Carrión, Curro, el nuevo responsable de la cuadrilla del Nazareno no duda en catalogarlo como su maestro y la fuente de la que ha bebido.
En la primera parte de esta extensa entrevista, Castaño repasa sus comienzos, sus años de costalero con Curro y su etapa como auxiliar de este.
-¿Cómo comienza en el mundo del costal?
-Mi afición a la semana santa viene desde muy pequeño, porque en mi casa se vivía de forma muy especial. Mi padre salía de nazareno en Buena Muerte y mi madre es muy devota del Cristo de Gracia. Cuando tuve edad para meterme debajo de un paso (no la tenía, 15 años). Mi amigo Francisco Silva sacaba el palio de la Candelaria y Cristo de Gracia. Ese año me llamó y me dijo si quería acompañarlo a la Candelaria, para probar. Tenía muchas ganas de sentir lo que se vive debajo de un paso. Fui con él y, como ya estaban los ensayos muy avanzados y por altura no entraba, me dijo Rafael Castelló que no tenía sitio y que fuera a probar al misterio. Fui, pero me dijeron que ese año ya no podía. Entonces sacaba la Virgen del Rayo, Miguel Ángel Armenta, que me dijo que si tenía tantas ganas por qué no me iba allí y fui, ahí fueron mis comienzos. Al año siguiente entré en el Huerto, en el Cristo de Gracia y ahí conocía Curro, a la fuente de donde yo he bebido, bebo y beberé. Me llevó al Santo Sepulcro, empecé a sacar cofradías con él y hasta el día de hoy.
-¿Cuántas cofradías ha sacado como costalero?
-Huerto, Sentencia, Císter, Trinidad, Huerto de Cañete de las Torres, Perdón, Humildad y Paciencia (en los jardines de Colón, gracias a unos amigos, y fue una experiencia inolvidable), Cristo de Gracia, Angustias, Buena Muerte (el primer año que David Arce se puso delante), Santo Entierro, Desconsuelo, San Rafael, Amparo, la Inmaculada de la Compañía y la Virgen de Gloria de la hermandad de la Sangre.
-Llega un momento que entra a formar parte del equipo de capataces de Curro.
-Curro me llama y me comenta que hay una cofradía que puede que necesite de su buen hacer y, si se diera, le gustaría que yo lo acompañara. Por algunas circunstancias no salió y lo llaman para Gracia y Amparo, como a él le apetecía que estuviera me llamó a formar parte de su equipo. Cuando termino de hermano mayor del Huerto, Federico me propone que sea su persona de confianza en el misterio del Huerto. A partir de ahí voy aprendiendo de esa fuente de sabiduría que, hasta hoy, a la vista está el trabajo que realizan. Con ello voy a Gracia y Amparo, al Perdón, al Amparo y al Sepulcro, que es una cofradía a la que tengo un cariño muy especial. Y, después, cuando Ángel Muñoz coge la cuadrilla de Nuestra Señora de las Angustias habla conmigo y me dice que le gustaría que lo acompañara en ese proyecto y para mi fue un privilegio. Y ahora voy a tener el privilegio de pasear a Jesús Nazareno.
-Acaba de ser nombrado capataz del Nazareno.
-Llamarme capataz es algo que no me gusta, porque para llamarte capataz tienes que tener una trayectoria, un trabajo y demostrarlo, no solo hace falta parecerlo. Por lo que para ser capataz no hay que parecerlo, sino demostrarlo. Sería una falta de respeto para tantas y tantas personas que llevan tantos años en este oficio. Como responsable estuve en el Perdón y creo que tengo suficiente experiencia por todo lo vivido junto a mi maestro. No tengo ninguna duda de que voy a intentar aportar e inculcar lo que he aprendido y, seguramente, irá a buen puerto todo. Eso de capataz ya veremos a ver (ríe).
-Tiene tres meses de trabajo por delante, ¿cómo lo va a enfocar?
-Lo primero que voy a hacer es hablar con los costaleros de la hermandad e intentar conformar una cuadrilla. Lógicamente, tendré que aportar material humano a este proyecto, pero mi intención es intentar hacer una cuadrilla de Jesús Nazareno, que tenga suficiente capital humano para que se pasee por las calles de Córdoba y veamos su grandeza y su devoción.
-El paso del Nazareno tiene fama de ser duro.
-Es cierto lo que dices. El paso tiene la leyenda de ser incómodo, por su incomodidad. Pero la cofradía ha hecho un gran avance. Ha hecho una parihuela nueva, que se ha ensanchado; le ha dado altura al canasto para que el costalero pueda ponerse en pie, sin ningún tipo de problema. El otro día estuve viendo el paso en el local y las dimensiones son óptimas para que el costalero vaya bien y pueda realizar su trabajo correctamente; las trabajaderas no están separadas ni del frontal ni de la trasera, el dominio de los mandos está más que asegurado. Eso también tenía una leyenda de que era difícil trabajar los mandos. La cofradía ha dado un gran avance.
-¿Qué equipo le va a acompañar?
-Lo va a formar gente joven, que ha trabajado e ido conmigo. Los conozco desde hace muchísimos años y tengo plena confianza. Personas a las que les gusta y saben de este mundo, que tienen mucha ilusión y ganas de aportar a esta cofradía. Son David Figueroba Ruiz, Daniel Jesús Carmona, Antonio Ambrosio y Manuel Pedraza Peña.
-Cuando el Jueves Santo esté delante del paso en la capilla, ¿de quién o de qué se va a acordar?
-Por supuesto, de mucha gente que me ha ayudado y he aprendido mucho de ella. De mi familia, de mis amigos… pero no soy persona de acordarme mucho en ese momento, porque la responsabilidad de ese día me va a ocupar mi pensamiento. Siempre me acuerdo más cuando entra la cofradía.