El Patio de los Naranjos de la Catedral de Córdoba ha sido el escenario donde, en la tarde de este sábado, se ha presentado el primer número de la revista ‘Estación de Penitencia’, dedicada a las hermandades de la capital y de la provincia.

El acto de presentación de la revista ha comenzado con la interpretación de una marcha por parte de una sección de la banda de cornetas y tambores Caído y Fuensanta, a la que ha seguido un video introductorio sobre el contenido de la revista. A continuación ha dado la bienvenida al acto el redactor jefe de La Voz de Córdoba, Rafael González, que ha destacado la importancia de la información cofrade para este medio y el hecho de que, precisamente con una revista sobre Semana Santa, este diario digital dé el salto al papel por primera vez. 

El director de la publicación, José Juan Jiménez Güeto ha comenzado recordando que se presenta en el día de la festividad de San Rodrigo, patrón de Cabra, mientras que ha puesto en valor el enclave donde se ha presentado, la Catedral de Córdoba, «la memoria del pueblo de Córdoba… la comunión con la Iglesia y manifestar al mundo nuestra fe». Acto seguido ha sido Joaquín de Velasco  el encargado de repasar el contenido de este primer número de ‘Estación de Penitencia’, deteniéndose brevemente en cada artículo y colaborador. 

Caído y Fuensanta ha amenizado con pequeñas piezas el acto, recordando que la Semana Santa, como la conocíamos, habrá de regresar. Seguidamente ha tomado la palabra la teniente de alcalde de Promoción de la Ciudad, Cultura y Casco Histórico, Marián Aguilar. La edil ha reconocido su emoción al escuchar a la banda, a la par que ha transmitido su felicitación al medio por la elaboración de la publicación, destacando la importancia de la Semana Santa para Córdoba y de los valores que ésta contiene.

El deán-presidente del Cabildo Catedral, Manuel Pérez Moya, ha cerrado este acto de presentación poniendo de relieve la importancia de la Semana Santa, para realizar el misterio contemplativo de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. «Es un tiempo para llamarnos a la oración», ha dicho,  y ha animado a los cofrades a hacerlo con intensidad, aunque no haya procesiones. Así mismo ha apelado a que «solo cabe tener fe y esperanza» para que la situación actual pueda solventarse y extraer un aprendizaje de ella.