Pablo Fernández, Isaac González, Narcisse Kouame, Bernard Huamán, José Antonio Valls, Guillermo Padilla y Fernando Suárez son los nuevos sacerdotes que han recibido, este sábado, el sacramento del orden en la Catedral de Córdoba. Ha sido en una celebración que, presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha estado concelebrada por el Cabildo Catedral y por Aurelio García Macías, quien en fechas próximas será ordenado obispo en Valladolid.

Monseñor Demetrio Fernández ha tenido palabras afectuosas hacia él al comienzo de una ceremonia, en cuya homilía, el prelado de la diócesis de Osio ha comenzado aludiendo a la expresión “si Dios quiere”, que estos días ha utilizado para reconfortar a los nuevos sacerdotes. Esto para recordar una frase que le ha transmitido uno de ellos: “Dios es el dueño de nuestra historia”. Y es por ello que, como ha señalado el obispo, “ha querido que estemos aquí, gracias a Dios. Unos han venido de Japón, otros de Perú y Costa de Marfil”, ha desvelado el pastor de la diócesis, todo ello “gracias a Dios”.

El obispo ha subrayado que las ordenaciones de los nuevos sacerdotes se han llevado a cabo en la festividad de San Pelagio, que da nombre precisamente al Seminario. “Para los sacerdotes de Córdoba es un referente permanente”, ha resaltado monseñor Demetrio Fernández, que ha repasado la biografía del mártir y ha puesto en valor que es “ejemplo de oración y de amor a Jesucristo y de castidad”. Además de poner el acento en que centenar y medio de instituciones de la Iglesia llevan su nombre en España, sobre todo, en Galicía, Asturias y Córdoba.

Posteriormente, el prelado se ha dirigido a los nuevos presbíteros para asegurarles que “el camino que comenzáis es un camino en que la gracia de Dios se ha ido trenzando en vuestra respuesta”. De modo que su ordenación supone la “victoria de Cristo y de su amor en vuestra vidas”. Por lo que, como ha aseverado el obispo, “la victoria de Cristo ha sido grandiosa en cada uno de vosotros”.

En ese sentido, monseñor Demetrio Fernández ha subrayado que Jesucristo quiere “haceros partícipes de su misterio de salvación” y “prolongáis a Cristo en la historia”, ya que “os hace partícipes de su misión”. De manera que al identificaros con Cristo, él os irá configurando existencialmente”. 

El obispo se ha detenido, dentro de la nueva misión de los sacerdotes, en los sacramentos de la Eucaristía y de la Misericordia. Para añadir que “el corazón de Cristo regala a la diócesis de Córdoba y a la Iglesia Universal, siete sacerdotes y dos más en octubre”.