La Voz de las Cofradías ha contado, esta semana, con una tertulia en la que la gran protagonista ha sido la música. En la misma han participado uno de los contertulios habituales del programa, Salvador Gimenez; el director musical de la banda de cornetas y tambores Caído y Fuensanta, Francisco Camacho; así como el director de la banda de música Nuestra Señora de la Estrella, Matías de la Fuente.
El director musical de Caído y Fuensanta ha explicado en qué consiste el trabajo de la corneta y las dificultades que presenta este instrumento musical. En este sentido, Camacho ha comenzado precisando que “no se puede trabajar en casa, como otros instrumentos”.
Y es que, a juicio de Camacho, la corneta “no es un instrumento agradecido, en el sentido de que tú estás una semana sin ensayar y a la semana siguiente te pones el instrumento en la boca y aguantas dos marchas”.
Asimismo, el músico ha subrayado que “es un trabajo muy de memoria, porque trompetas, trombones y bombardinos van con su partitura y la corneta de primera voz es todo de cabeza, de memoria”. Y ha puesto como ejemplo que “estás un tiempo sin tocar una marcha y puede que se te olvide, tengas que volver a retomarla y recordarla y es un trabajo constante. Hay gente que pregunta, cómo ensayáis 11 meses al año”, pues es por cosas como esa.
Camacho ha detallado, además, que “en primera voz, que es la melodía principal, el 80-90% es de memoria. Partituras en segunda y tercera voz de corneta sí, porque no llevan una melodía en sí principal, es un acompañamiento y se pueden guiar mejor por la partitura. Pero una partitura de primera voz de corneta es bastante compleja de leer y hay que tener unos conocimientos bastante importantes”.
