La noche de este viernes de Cuaresma dejó una estampa poco acostumbrada en la capital cordobesa. En concreto, en la iglesia de San Juan y Todos los Santos (Trinidad), donde la hermandad del Vía Crucis organizó un acto en el que se representa el descendimiento de la localidad de Doña Mencía.
Una representación que se llevó a cabo por los propios protagonistas que lo realizan en el municipio cordobés y que, incluso, contó con la presencia del Cristo Yacente en el templo. Y que sirvió para mostrar la riqueza antropológica, a través de la piedad popular, que nutre a la diócesis de Córdoba.
Desde la hermandad del Vía Crucis se ha dado las “gracias a las cofradías del Santo Sepulcro y de Pregoneros y Evangelistas de Doña Mencía por traernos el Viernes Santo menciano”. “Gracias también a la hermandad del Santo Sepulcro, a las Hermanas Carmelitas del Convento Santa Ana de Córdoba y a nuestro hermano, Antonio Cantero, por su inestimable colaboración”.
