El Soberano Poder de una cofradía


La hermandad de la Quinta Angustia realiza un impecable vía crucis por la feligresía de San Miguel

Soberano Poder./Foto: Jesús Caparrós
Soberano Poder./Foto: Jesús Caparrós
Soberano Poder./Foto: Jesús Caparrós

La primera estación se leyó desde el altar y con el paso en ya en la calle. Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder presidía el segundo vía crucis, donde recorrería la feligresía de San Miguel. 

De aquel primero de 2019 parece haber pasado muchísimo y, de hecho, pasó una pandemia y ya el titular de la Quinta Angustia no iba en parihuela, sino sobre un paso procesional; y los cofrades que le rinden culto lo hacen como hermandad.

Las novedades eran significativas, el espíritu, el mismo. Respecto al paso que portaba al Soberano Poder era todo de estreno, desde las gualdrapas confeccionadas con cariño y esmero en la casa de hermandad, hasta el elegante calvario, conformado por jacintos y static. Además, le confiere al Señor un protagonismo merecido a esa potente zancada, la de una imagen que emerge con sus más de 180 centímetros de altura.

El nutrido cortejo recorrió un itinerario intimista, con la iglesia de San Miguel y la Plaza de Capuchinos como principales enclaves. Los costaleros dirigidos por Curro dejaron la impronta de un oficio, que se paladeó como si fuera cualquier noche de la Semana Santa.

El Soberano Poder abrió una serie de diez días consecutivos en que, si el tiempo lo permite, en todos ellos habrá imágenes en las calles de la ciudad. La vida ha vuelto a la ciudad que ya no huele a cofradías, sino que las disfruta después de haberlas esperado tanto tiempo.