Villaviciosa deja una procesión para enmarcar


Hubo que esperar tres largos años, pero mereció la pena porque la hermandad realizó una brillante salida procesional

Procesión de Villaviciosa./Foto: Francisco Patilla
Procesión de Villaviciosa./Foto: Francisco Patilla
Procesión de Villaviciosa./Foto: Francisco Patilla

Hay procesiones que el cofrade espera y en las que la espectacularidad está en lo sencillo, en el buen gusto convertido en sutileza y elegancia. Y esto es lo que desprende la primitiva hermandad de Villaviciosa, cuando su titular mariana sale a las calles de la feligresía de San Lorenzo cada mes de septiembre.

Cuando las puertas del templo fernandino se abrieron habían pasado tres años de la última vez, de aquel 2019 cuando nadie podía pensar en que una pandemia lo iba a detener todo. Y lo hizo, pero Nuestra Señora de Villaviciosa volvió a su barrio, a la calle que lleva su nombre, a la capilla de Jesus Nazareno, a San Juan de Letrán y, en definitiva, a los enclaves que han cuajado una historia devocional que se retrotrae a siglos de historia.

Y lo hizo acompañada por los cuidados sones de la banda de música María Santísima de la Esperanza de Córdoba, que forma un binomio perfecto con el andar de la Virgen. Un caminar en el que mucho tiene que ver su capataz, Fernando Chiachío, que encarna a la perfección el estilo de la cofradía que dirige Martín Pedregosa.

Hubo que esperar tres largos años, pero mereció la pena porque Villaviciosa dejó una procesión para enmarcar, pues por la primitiva hermandad no pasa el tiempo.