PASEN Y VEAN, EL CIRCO HA COMENZADO


La descansada vida veraniega, unido a algún que otro acontecimiento familiar, me ha tenido apartado del contacto con los lectores de La Voz, de los, ojalá, muchos que se informan por este medio, y, sobre todo de los que tienen la santa paciencia de leerme y sufrirme de vez en cuando. Pero ya estamos otra vez con el gusanillo periodístico, vacilando de periodista y escritor sin ser ninguna de ambas cosas y dando consejos deportivos cuando a fin de cuentas no he empatado con nadie, como vulgarmente decimos cuando queremos ningunear al listo de la charpa.

No me negarán que en algunas cosas sí llevo algo de razón. En mi última entrada a este blog les hacía una serie de recomendaciones, una de ellas que no se creyeran nada de lo que vieran o dijeran. Lo más probable es que todo fuera mentira. Hay mucho golfo pululando por los «bajos fondos» del deporte patrio que tiene que mantener todos los días la olla hirviendo y para eso, el mundo del deporte en general y el del fútbol en particular es uno de los terrenos más llamativos para lucrarse.

Todo se mueve por dinero, o casi todo. A las pruebas me remito. Den un repaso a los fichajes y desfichajes, a las altas y a las bajas, a los traspasos y a los pagos de cláusulas que han visto producirse este verano y se darán cuenta de que algo de razón llevaba cuando les aconsejaba que no se creyeran nada. El dinero o los intereses personales están por encima de las bellas leyendas deportivas que hoy día son difíciles de encontrar.

Nuestro Córdoba CF. no es ajeno a los vericuetos por los que se mueve el mundillo futbolero. El verano está siendo intenso. Mala señal que un equipo tenga que desmantelarse año tras año cambiando, por unos motivos u otros, doce o catorce jugadores. Los de dentro sabrán las causas, pero desde mi atalaya lo que observo es una improvisación absoluta a la hora de configurar un proyecto, algo que no puede hacerse cada año, eso no puede considerarse proyecto sino apaño. Los proyectos deportivos se planean con seriedad, para medio o largo plazo, sólo es lógico aceptar la inclusión de dos o tres jugadores cada temporada que mejoren lo anterior, consiguiendo armar un equipo serio y de futuro cada vez mejor pero sobre la base con la que se empezó ese primitivo proyecto. El de la temporada 2011/12 pudo ser el que marcara el comienzo de un Córdoba poderoso para mucho tiempo, pero aquel magnífico plantel de Jémez se fue al garete y ustedes saben por qué.

El verano también ha traído alegrías y sorpresa deportivas, aunque fueran alejadas del ámbito local. Uno, que como muchos saben tiene el corazoncito robado por el Balonmano, se ha vuelto loco contemplando el maravillosos futuro de la Selección española cuando vio a nuestro Júniors ganar el Campeonato del Mundo y, hace dos días, escapársele también a los Juveniles el título mundial en una final apretadísima contra Francia. Ese sí que es un proyecto de verdad. Lo empezaron hace cuatro años y es el camino perfecto para seguir conquistando entorchados europeos, mundiales y olímpicos en un futuro que se presenta apasionante e ilusionado.

Y dejo para el final uno de los acontecimientos que más me emocionaron. Fue contemplar la imposición de la medalla de oro de la Real Federación Andaluza de Fútbol a don Rafael Campanero Guzmán, Señor del fútbol y Grande del Córdoba CF. de por vida. Valorado por muchos pero olvidado también por otros a los que se les tenía que caer la cara de vergüenza. Los años pasan, las circunstancias cambian y las gentes son otras, pero el saber estar y la sapiencia de Campanero no se extingue. El Córdoba tiene la suerte de contar con un gran Presidente de Honor, un presidente de presidentes. Sus 91 años no son ningún obstáculo para aprender de su experiencia, se lo aseguro. Hasta es inteligente para poner ese título de honor por delante de todo para no hacer crítica alguna ni el más mínimo reproche. El Córdoba por encima de todo, a su presidente, el que esté,
siempre total y fiel apoyo, a nuestra ciudad toda una vida trabajando y luchando por encontrar lo mejor. Un ejemplo a seguir. Desgraciadamente, en los «peroles domingueros» su nombre sigue sin aparecer. Alguien tuvo que engañar al señor que cada domingo cocina ese perol para que el «ingrediente Campanero» sea obviado y ni nombrado cuando hay ingredientes que ni son cordobeses ni nos interesa su procedencia, su gusto o sus propiedades.

Señores, el circo ha abierto sus puertas y todos estamos convocados a asistir al más grande espectáculo del mundo. Pasen y vean…o no. En cualquier caso siéntanse partícipes de algo que es muy importante en la vida de todos, el deporte. Uno de los grandes motores del mundo y de nuestros corazones. Jóvenes o gastados.

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