Si quiero


Hace escasos días, disfrute escuchando a una magnífica docente ingeniera comentar como estaban trabajando para mostrar a las alumnas la importancia y  futuro si deciden estudiar una carrera técnica.

Jamás había pensado en la existencia de obstáculos sociales ni culturales  en este campo. Estaba convencida que no todas las mujeres habíamos aspirado a ese desarrollo profesional pero nada más, y me baso, porque gracias a Dios nunca he vivido en un entorno familiar diferenciado y, al ser mi marido ingeniero había tenido el gusto de compartir risas y nervios con mujeres compañeras de él, durante nuestros años universitarios. Por lo que las carreras técnicas eran una opción más sin mayores interrogantes en mi vida.

Pero mi curiosidad unido a la fuerza de esta mujer, a amigos empresarios de sectores técnicos, que demandan constantemente tener más curriculums de mujeres en sus ofertas de trabajo,  y tener el placer de conocer a la actual directora de Google, que nos comentaba, hace escasas semanas,  desde su campo, la tecnología, como se habla también de esa falta de mujeres y la enorme necesidad de ellas. Pensé debía dedicar esta reflexión que La voz de Córdoba me otorga, para hacerles partícipes de una realidad en femenino que debe marcar la economía de los próximos años.

Creo que hay cosas que pasan a veces de puntillas en nuestras vidas y nunca nos paramos a escuchar u observar. Y, sin darnos cuenta, o alguien nos frena y nos pide observemos o seguimos sonámbulos sin ver lo que nos vaticina parte de nuestro destino.

De ahí esta reflexión objetiva, donde espero mostrarles que se encontrarán a la vuelta de la esquina. Pidiéndoles, desde sus hogares como padres, hagan una reflexión e inviten a sus hijas a ver una realidad que marcará su futuro y el de toda la sociedad.

Tenemos que ser conscientes que en BIG DATA el viaje acaba de empezar. En 2 años se ha recopilado el 90 % de los datos disponibles, impresionante, pero mucho más si la información que obtenemos, actualmente, sólo la utilizamos en un 2% de su capacidad. Imaginen que potencialidad económica.

Es muy importante tener claro que el dato, en sí,  es información y la información es ventaja competitiva al permitirnos predecir comportamientos,  de la observación de patrones repetitivos.

Si trasladamos esos datos a simples electrodomésticos. ¿Saben que en los próximos años estarán conectados a internet? ¿Quiénes serán los encargados de recoger, analizar e interpretar los datos que arrojen estos aparatos? Decirles que, al día de hoy en Estados Unidos hay un déficit de casi 200.000 científicos de datos en esta área ya. Interesante.

Esta situación también irá creciendo en otras áreas profesionales sin pasar desapercibidas. Por ejemplo, en educación, ¿han visto como la forma de interpolar alumnos y profesionales,  con los cursos en línea y carreras a distancia,  están modificando la enseñanza? Las habilidades tecnológicas para enseñar a través de la web y conocer las necesidades del alumnos ya no son cómo nos tocó a nosotros.

Nos sumergimos en un nuevo mundo digital,  que exige profesionales con la capacidad de crear aplicaciones y software para conectar teléfonos, tablets y ordenadores con enormes bases de datos, en fracciones de segundo. La programación, se convertirá en la nueva alfabetización.

Algunas seguimos adorando el olor y el momento lectura de libros apasionantes en esos años de aprendizaje de lectura de nuestros hijos, en la cama,  antes de coger el sueño,  pero, aun así, en la actualidad, cuantos de nosotros han pasado ya a los libros electrónicos.

Viendo como las personas pasan un gran porcentaje del día conectados a internet a través de sus aparatos electrónicos debemos ser conscientes que esta tendencia se irá incrementando a medida que pasen los años y los problemas legales que genera la vida en línea también.

Invasión a la privacidad, falsificación digital de registros son sólo algunos de los delitos que se multiplican con el paso del tiempo. Los abogados deberán especializarse en las normativas virtuales internacionales que regulan las actividades en internet. Se estima que la mayoría de las consultas serán atendidas por vía digital.

Más profesionales deberán sumarse, los médicos especialistas en nanotecnología tendrán con nuevos dispositivos electrónicos, la capacidad para curar enfermedades o mejorar la salud de los pacientes.

Esta rama de la ciencia moderna combina medicina con ingeniería, biotecnología y robótica. Previéndose que para el 2025 se podrán utilizar nuevos artefactos microscópicos que revolucionarán las técnicas de implantes e intervenciones quirúrgicas.

La industria de salud es una de las que más avances tecnológicos han registrado en los últimos años. Los nuevos equipos de diagnóstico implementados en diferentes áreas de la medicina resultan de vital importancia para la prevención y tratamiento de diferentes enfermedades.

De igual forma en la industria agrícola, constructora, energética y logística se están cubriendo y automatizando procesos a una velocidad ultrasónica. Donde nos encontraremos con profesionales especializados en tecnología 3D. Concretamente especializados en impresoras 3D. Tanto para el diseño de prototipos, simuladores de situaciones tridimensionales que les permitan a avanzar en sus estudios o como moldes de futuros productos evitando gastos antes de comenzar con su fabricación en serie.

Esta gran revolución industrial, que poco a poco se va introduciendo en nuestras vidas necesitará de nuevos profesionales, está claro. Pero, como les decía al principio, no podemos hablar de futuro si la realidad económica reclama una nueva generación de profesionales. Donde no me gustaría hablar de ese futuro si este no es igual para nuestros hijos. Al día de hoy un 23% de los chicos de 15 años quieren estudiar tecnología frente a ellas que sólo a un 8% les interesa.

Las niñas comienzan a perder el interés en los números, los laboratorios, la investigación y tecnología entre los 11 y 15 años. Esta situación es preocupante no solo porque ellas mismas harán que la brecha de desigualdad sea mayor sino porque las empresas, a nivel mundial, estamos experimentando dificultades para encontrar talento. Nuestras hijas no se pueden permitir dar la espalda a la tecnología. Hay que alimentar el interés de las niñas por carreras técnicas. No olvidemos según lo expuesto que el futuro profesional y el trabajo pasan por ahí.

Pero es muy sencillo, sólo hay que mostrárselo. Ellas al día de hoy piensan que se trata de una carrera de chicos, no son capaces de ver el futuro tan apasionante que se les presenta y la importancia de ser protagonistas de primera fila. Las instituciones, padres y profesores tenemos que trabajar conjuntamente, para que con libertad, en esta etapa, de 11 a 15 años,  sean conscientes.

En 2020, en Europa, se habla de la necesidad de cubrir casi un millón de puestos. La incorporación de las mujeres de esta nueva generación,  hacerles ver que suponen esos estudios, su gran potencial para estas nuevas ciencias, desafiarlas a lograr verdaderos retos. No podemos dejar a nuestras cordobesas vivir al margen debemos incentivar el talento técnico femenino de nuestra provincia.

No se puede entender un futuro sin nosotras. La economía no puede perder nuestro protagonismo. Hagamos posible esta realidad de futuro con un “si quiero”