Muchas veces la realidad produce cierto vértigo, pero tocar el futuro puede llegar a ser apasionante. Y si ese futuro se acerca a uno de nuestros productos estrella, el aceite de oliva, la curiosidad abre paso al futuro.
Hoy, de nuevo me atrevo a hablarles de tecnologías disruptivas, tecnologías que crean oportunidades, donde pasar del modelo tradicional de negocio al modelo innovador, no sabría si decirles, puede producirles o cierto vértigo o puro morbo.
Pero el caso es que las tecnologías actuales han dado paso a nuevos modelos de negocio que están cambiando la economía, nuestras expectativas y nuestro comportamiento.
Si recuerdan, por estas fechas, hace un escaso año, me aventuré a hablarles del blockchain. Ese mundo de registros ordenados secuencialmente, donde se pueden añadir tantos registros como queramos pero ni eliminarlos ni modificarlos. Donde invitábamos a visualizar un mundo diferente.
Donde nos encontramos con el Blockchain, pero donde también podemos destacar otras tecnologías como: Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Fabricación Digital, Robótica, Vehículos aéreos no tripulados y Realidad Virtual aumentada, entre otras.
¿Recuerdan?
Sea cual sea la tecnología aplicada se sigue siempre un mismo proceso. Comienza con un avance tecnológico, continua con su materialización en una nueva tecnología que, en tercer lugar, llega al mundo de los negocios y, por último, cambia la organización económica y/o social.
Ante esta situación están surgiendo nuevos modelos que constituyen nuevas formas de financiación e inversión, ofreciendo unas altas expectativas de rentabilidad, pero también de riesgo.
Siguiendo este proceso, en la Universidad de Sevilla, de la mano de los profesores D. Felix Jimenez Naharro e Ismael Santiago se plantearon una alternativa innovadora, OLIVACOIN.
Tras la desaparición del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO), producida principalmente por las estrictas exigencias de adaptación y requerimientos normativos y económicos demandados por la reglamentación comunitaria y por los cuantiosos desembolsos exigidos, surge la posibilidad de esta nueva opción.
Olivacoin es la plataforma de compra/venta de aceite a nivel B2B para los agentes intervinientes en la cadena de suministro global del aceite de oliva. La idea es permitir una mayor agilidad, rentabilidad, liquidez y desintermediación gracias a la integración de una Blockchain propia y de una tecnología IoT, concretada en un sistema experimental analítico de trazabilidad para el aceite de oliva.
El sistema analítico de trazabilidad permite comprobar en destino la calidad y respuesta a la oferta del aceite adquirido.
El sistema es simple garantizando la efectividad de las compras donde los usuarios poseen un hardware analítico de aceite conectado con la blockchain de Olivacoin.
Es decir, una vez que una transacción de aceite se realiza, el usuario receptor del mismo aplicará el sistema de trazabilidad al aceite recibido y solo una vez que dicho sistema certifique por análisis instanáneo que el aceite responde en calidad y características al aceite realmente comprado, se producirá de forma automática la transacción mediante los smart contracts de Olivacoin destinados al efecto.
Sobre esta base, se desarrollará una plataforma de tokenización (Olivacoins) para las operaciones de compra y venta, a realizarse en el Marketplace, dotando a éste de capacidad tecnológica para la generación de DAOs y Smart Contracts, automatizando de manera segura, veraz e incorruptible todos los procesos y tareas de la cadena de suministro del aceite de oliva, mejorando su eficiencia e integración.
Es decir, Olivacoin será inicialmente un criptoactivo que respaldará las operaciones de compra y venta de aceite de oliva, gracias a su plataforma de tokenización de activos; pero, además con la vocación futura de que esta criptomoneda termine siendo plenamente respaldada por su subyacente: el aceite de oliva.
Como pueden leer, Olivacoin propone un modelo de negocio conjunto de “Blockchain” e “Internet-of-Things” al que se le integrará un Mercado Blockchain de Futuros para el Aceite de Oliva (MB-FAO), el cual permitirá acercar la industria 4.0. (Cuarta Revolución Industrial) al conjunto de empresas y entidades que forman el sector económico del aceite de oliva, y por último dotar al sector de un mecanismo propio de autofinanciación que dotará a las empresas del sector de mayor liquidez y rentabilidad.
La tecnología que ofrece al sector del aceite de oliva permitirá una mayor integración de la cadena de suministro global además de una reducción drástica de los costes de intermediación en el corto plazo, lo que afectará muy positivamente en las cuentas de resultados de las empresas aceiteras.
La Universidad de Sevilla afirma que tras sus análisis, hipotéticamente Olivacoin sería la mayor empresa del sector del aceite de oliva, gracias a la tecnología Blockchain, ya que su posible valor de 229.783.198 euros superaría la capitalización de mercado de la mayor empresa cotizada del sector que es Deoleo, con una capitalización bursátil en torno a los 200 millones de euros.
En breve podremos conocer más sobre Olivacoin en Córdoba. Es interesante saber más y conocer aquellos caminos que la tecnología nos ofrece de la mano de grandes profesionales que lo hacen posible.
No debemos de perderle la pista. Ya ha salido en Italia, Grecia, Rusia e incluso Japón.
Felicitar al equipo sevillano es de recibo y no sólo por su desarrollo sino también por sumarse al mapa de ICOs españolas realizado por el Observatorio de Innovación de Finnovating, siendo la primera Oferta Inicial de Moneda de un commodity en España (el aceite de oliva), liderando y siendo pionero en esta categoría.
Querido lector ¿hacia dónde vamos? ¿No está la tecnología demasiado cerca de nuestra realidad? ¿Vértigo, pasión, morbo? Usted decide. Pero ¿generadora de más riesgos y-o más coherencia y posibles beneficios? Usted decide también.