Tras la fiesta de Teresa de Jesús


El convento de San José le ha rendido un sentido homenaje en los días aledaños a su fiesta

Ya ha pasado algo más de una semana desde la celebración de la Memoria de Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia. Una santa admirable que, como es conocido por todos, recorrió cientos de kilómetros fundando conventos en la gran reforma que emprendió dentro de la Orden Carmelita. Mujer notable antes y ahora, el Convento de San José le ha rendido un sentido homenaje en los días aledaños a su Fiesta. Esta honra ha consistido en el montaje de una exposición que, fundamentalmente, recogía las ediciones más notables de las obras de la Santa de Ávila que forman parte los fondos de la Biblioteca Provincial de los Carmelitas Descalzos de Córdoba. Una frase del Libro de la Vida, Dióme la vida haber quedado ya amiga de buenos libros, contenida en un bello cartel, daba la bienvenida al visitante en el claustro del convento de San Cayetano.

Sin duda, una posibilidad magnífica de admirar este tesoro depositado en la casa de Córdoba. Y en este contexto, también los frailes han ido descubriendo y sembrando de detalles el Triduo dedicado a la Santa. Especial fue la prédica que el Padre José Molina dispensó a los presentes el día 15, en la que supo conjugar lo teológico y lo literario; una homilía de gran belleza cuyo contenido desvelaba a los que no lo conocían, una conferencia que, bajo el título de Teoría y juego del duende, Federico García Lorca pronunciara en Argentina en el año 1933. Lorca, gran admirador de Teresa de Cepeda, se refería así a ella en la citada conferencia:

   Recordad el caso de la flamenquísima y enduendada Santa Teresa, flamenca no por atar un toro furioso y darle tres pases magníficos, que lo hizo; no por presumir de guapa delante de fray Juan de la Miseria ni por darle una bofetada al Nuncio de Su Santidad, sino por ser una de las pocas criaturas cuyo duende (no cuyo ángel, porque el ángel no ataca nunca) la traspasa con un dardo, queriendo matarla por haberle quitado su último secreto, el puente sutil que une los cinco sentidos con ese centro en carne viva, en nube viva, en mar viva, del Amor libertado del Tiempo.

   Valentísima vencedora del duende, y caso contrario al de Felipe de Austria, que, ansiando buscar musa y ángel en la teología, se vio aprisionado por el duende de los ardores fríos en esa obra de El Escorial, donde la geometría limita con el sueño y donde el duende se pone careta de musa para eterno castigo del gran rey.

También los Padres Ángel Palomino y Fernando Donaire supieron rememorar distintos aspectos de Santa Teresa en estos días. Excelente el detalle de bendecir el agua de Santa Teresa para que en esta época de pandemia, en la que aún vivimos, podamos tener agua bendita en nuestros hogares. Y también emotivo el recibimiento de un nuevo miembro que desde el domingo forma parte de esta comunidad de Padres Carmelitas, el Padre Martín King Gregory, proveniente de la India, en concreto de la provincia de Kerala. Bienvenido a Córdoba en una fecha tan especial para el Carmelo.