Las piscinas


La mayoría de la gente sabe qué hacer. Ellos solitos. Sin que Podemos les diga nada.

Entre los distintos asuntos que marcan la agenda informativa durante la semana siempre aparece uno que no se tiene en cuenta y que acaba acaparando la atención del respetable de forma abrumadora.

Estaba un servidor con un capirote azul de la ONU mientras el debate entre cofrades, ciclistas y autoridades políticas y sanitarias empezaba a calentarse – Todos tienen razón. Fin de la cita- cuando me llega una nota de prensa de Podemos a la que curiosamente le hago caso. Hablaba de piscinas,  y yo necesitaba tirarme a una con el capirote azul y aguantar la respiración como un costalero vestido de buzo. La portavoz de Podemos en el Ayuntamiento, Cristina Pedrajas, solicitaba a los cordobeses, cordobesas y cordobesis que, por favor, no tirasen el agua de su piscina y la conservasen para el año próximo porque andamos escasitos de recursos hídricos. Yo no me di por aludido porque en mi piso no tengo piscina y tampoco tengo ya cuñados con parcela. Pero consideré interesante el mensaje central del asunto, le quité el lenguaje inclusivo para agilizar su lectura, lo retitulé – es una de mis potestades- y lo publiqué.

Cuando miré a última hora del día el ranking de piezas más leídas, las piscinas de Podemos campeonaban muy por encima de las procesiones sin costaleros. Interesante.

Parte de la buena difusión se debía a la propia publicación de la noticia en  Facebook, donde se había iniciado un fascinante debate sobre el vaciado de piscinas, el conocimiento empírico de los podemitas al respecto y el recibo de la luz. La peña está muy escamada con esto último y con el vaciado de pantanos. Se huelen la tostada. Y una cosa lleva a la otra y esa otra al ministerio de Transición Ecológica o del Timo de Greta, como lo llamamos entre mi privado círculo de conspiradores. El caso es que las piscinas y su no vaciado se había compartido más de 40 veces y tenía un alcance de más de 50.000 usuarios. Mucha gente con piscina, me parece eso.

Lo que se puede colegir no obstante de los comentarios aportados es que la mayoría de la gente sabe qué hacer. Ellos solitos. Sin que Podemos les diga nada. Fíjense. De hecho son mayoría los que les parece una solemne tontería la petición porque ya mantienen el agua de un año para otro. Como alarde de bricomanía hay quien puntualiza que si la piscina es de azulejos y se seca, éstos se cuartean. Nota mental: comprobar que eso no pase en el cuarto de baño.

Otra lectura es estrictamente sociológica y tiene al parcelismo en su objetivo. Los cuñados están vaciando veneros y albercas como si no hubiera un mañana. Lo cuñados alegales. Los parcelistas sin fronteras. Muchos de ellos acusados/identificados como votantes de Podemos o similares en los comentarios. Que no les toquen las narices a los contribuyentes identificados.

Otras observaciones, quizá no de muy buen gusto, mandaban a Podemos con la patrulla canina, que es como mandarlos a sacar al perro, que también hay lectores que lo hacen.

Para mí, lo más fascinante de la nota de prensa es la alusión a un señor arquitecto con tiempo libre suficiente como para hacer un censo de piscinas, de metros cúbicos de albercas y de gasto de agua -todo ello estimativo- que le da un resultado de que el apocalipsis y el milenarismo han llegado. Arrepentíos los que tenéis piscina que llegan las trompetas de Greta Thumberg que te Thumberg.

A modo de conclusión, además del éxito de la pieza en cuestión, es la lectura que se puede sacar de la gran mayoría de comentarios al respecto con uno en concreto. Es el que le recomienda a los Podemos Cordobesis que el consejo se lo den a su exlíder Iglesias, allá en Galapagar.

Y es que los del partido de la gente se han olvidado del pueblo. A la gente se le puede engañar e hipnotizar, pero el pueblo, el pueblo siempre es sabio.