Los aforismos de Álvaro Campos Suárez


Una obra imprescindible para los amantes del aforismo

Álvaro Campos Suárez nos dona un original libro de aforismos que nos hace reír, sonreír y reflexionar. Se trata de un conjunto de aforismos nacidos como meros apuntes a los que el poeta le ha ido dando forma hasta convertirlos en estas delicias literarias. El libro consta de cinco partes: “Cuaderno de artismos”, “Diccionartio básico de dudas”, “La vida indubitada”, “Del amor a la mentira (y otros deportes de riesgo)” y, para terminar, “Guía de últimas verdades”. Voy a espigar algunos de los aforismos que he ido subrayando para compartirlos con mi apreciado/a lector/a.

Diré antes de entrar en detalle que las secciones del volumen están muy grácilmente hilvanadas siguiendo un hilo temático fértil que promete una lectura agradable. Los registros empleados por el escritor también merecen una buena mirada; los tipos de aforismos. Ingenio, comicidad, humor y solemnidad se agavillan a lo largo de estas páginas formando un libro muy bien compensado.

Álvaro Campos Suárez / Foto: Javier Albiñana, Málaga Hoy

La primera parte, “Cuaderno de artismos”, se abre con “La poesía de la poesía es el misterio” continuando con “Todo libro es una forma de muerte”, “Todo escritor es un bosque de notas”, “Nada es tan exacto como la volubilidad del pensamiento”, “Una trompeta de jazz es silencio” y culminando con esta pregunta: “¿Qué es el arte sino las anotaciones a pie de página en el libro de la vida?”.

La segunda parte, “Diccionartio básico de dudas”, define términos tales como “Biblioteca”, “Musa”, “León/ona”. Selecciono dos: “Editor/a / 1. m. y f. Noir. Archienemigo del escritor, a menudo antiguos amigos”.  El otro: “Siesta / 1. f. Mitología. Descanso de duración variable que se toman los escritores no profesionales”.

A continuación se encuentra “La vida indubitada”. He aquí algunas muestras: “Los hijos son los universos paralelos de sus padres”, “Toda ventana es un presagio”, “La relevancia de los funcionarios solo es comprendida por los propios funcionarios. En el mejor sentido”. El siguiente cierra esta parte y sirve de bisagra: “Aunque lo aceptamos, no podemos situarnos en el Otro. De ahí la victoria del solipsismo. Y del amor”.

La cuarta parte es “Del amor a la mentira (y otros deportes de riesgo)”. Destaco estos ejemplos, que son bastante elocuentes: “Facebook o el arte de crear enREDos». Aquí va otro: “Ven al Sur y cambiaré tu nombre”.

El segmento final es “Guía de últimas verdades” y contiene, a modo de diccionario, entradas tales como: “Democracia / 1. f. Política. Dícese de la creencia errónea de que los poderes del estado emanan del pueblo”. Otro: “Móvil / 1. m. Sociología. Medio de comunicación y fin de la comunicación”. Actualidad e intelectualidad se unen como el haz y el envés de una hoja.

La introducción de los dos diccionarios en la segunda y última parte considero que ha sido un acierto para alternar entre secciones de tono más profundo y solemne. Debo decir que en todos los apartados sobresalen aforismos ingeniosos o cómicos y aforismos plenos de humor.

 

Álvaro Campos Suárez / Foto: Néstor Cenizo, eldiario.es

La lectura del libro invita a dejarse llevar por las distintas secciones del volumen las cuales se hallan encadenadas de temática a temática y a través del último aforismo de cada una de ellas: de la literatura y las artes a la duda, de ahí al amor, a la mentira y de aquí, a su vez, a unas pretendidas «últimas verdades» lejos, claro está, de ser tales. La lectura del libro invita a disfrutar de los distintos registros empleados: aforismos en el sentido más clásico, aforismos a la contra y otros artefactos literarios.

En cuanto a la trayectoria de Álvaro Campos Suárez, disponible en su página web, quiero mencionar su formación académica sólida adquirida en la Universidad de Málaga, donde se gradúa en Derecho tras una estancia en la Universidad de Sheffield, en la UNED, donde cursa el Máster en Política y Democracia, además de sendos cursos de Lengua y Literatura aprendidos en Oxford y Toulouse. De su obra, citaré su ensayo ¡Abajo el sistema! El Estado de Bienestar en la Gran Recesión; así no me extiendo demasiado.

Los intereses literarios de Álvaro Campos Suárez le han llevado a moverse de un género a otro; particularmente poesía pero también ensayo y ahora aforismo. Además ha escrito la pieza de teatro breve «Caronte», que ha sido representada. Ha publicado microrrelatos en obras colectivas, ha coordinado una antología de poesía para una editorial y ha entregado reseñas de libros para revistas, entre otros quehaceres.

El libro que nos concita hoy, como se lee en la propia contraportada, es una selección de los numerosos aforismos nacidos como meros apuntes a lo largo de una década. El poeta los fue recogiendo, quizá sin saber que agavillados formarían un libro tan bien armado. La concepción y gestación del tomo, por consiguiente, aúna en su escritura natura, ars y exercitatio. Aquí late por doquier la inspiración y las dotes de poeta, el arte y el trabajo meticuloso de pulimentación y de revisión de sus manos creadoras. Evidentemente que Álvaro Campos Suárez conocía el género como lector; sin embargo, ahora es cuando debuta como escritor de aforismos en esta obra que no deja indiferente al receptor.

Álvaro Campos Suárez pretende, en resumen, que los lectores nos lo pasemos bien ofreciéndonos con esmero otro componente axial en su concepción de la obra de arte verbal: la originalidad. Pienso que lo consigue. El libro causa sorpresa, provoca a la par risa y sonrisa, pero también reflexión.

El paso del tiempo y el vigente interés por este género en numerosas editoriales independientes (Trea, La Isla de Siltolá, Renacimiento, Cuadernos del Vigía; y más adelante y entre otras, Cypress con su colección Apeadero de Aforistas o Libros del Aire que acaba de abrir su colección Alto Aire) impulsaron a Álvaro Campos Suárez a revisar sus notas coligiendo que estaba ante la semilla de un libro que ha alimentado, conformado y revisado durante varios años hasta la versión final que ha encontrado feliz cobijo en la editorial malagueña EDA.

Como es justo y merecido, habitual en mis comentarios, vaya por delante mi reconocimiento y loanza para la exquisita EDA Libros de Francisco Javier Torres, poeta y director editorial, y Fernando Mateo. Un sello que tiene en su catálogo desde una Premio Nobel, Herta Müller, hasta obras de Paul Klee, César Vallejo o José Antonio Muñoz Rojas. Una editorial que no frecuenta este género porque el libro de Álvaro Campos Suárez creo que es el segundo que alberga en sus anaqueles.

El diseño del libro juega con el color rojo oscuro, además del negro, en la portada, en unas páginas a modo de guardas y en las portadillas de cada uno de los cinco segmentos que lo articulan.  El libro, bien impreso, encuadernado y plastificado en mate, tiene sus correspondientes solapas en las que se lee una breve nota biográfica del autor y otros títulos publicados donde están Antonio Carvajal, Rafael Juárez, Salvador López Becerra, Rafael Guillén, Clara Janés, Eduardo Millán, Emilio Barón, José Miguel Desuárez, Nicolás Ramos y Francisco Silvera.

En el centro, junto a su madre (Ayto. de Puente Genil)

Me alegra mucho leer al escritor cercano y cariñoso que conocí personalmente en Puente Genil la tarde del 30 de enero de 2015 en un homenaje a su padre, el escritor pontanés Juan Campos Reina, recordándolo en el V aniversario de su fallecimiento. Allí estuve invitado por el crítico literario Antonio Moreno Ayora y por el poeta Manuel Gahete Jurado. Recuerdo ese acto pleno de momentos entrañables junto a su madre, Fernanda Suárez Casasús, a la que también tuve la oportunidad de conocer, así como a las autoridades culturales de la localidad.