A pesar de los contratiempos


En Córdoba vamos superando asignaturas pendientes, aunque no por ello hay que bajar la guardia

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Salvador Fuentes y José María Bellido, en el Centro de Exposiciones. /Foto: LVC

No se le puede negar al equipo de Gobierno municipal que no estén consiguiendo hitos hasta hace algunos años impensables o sencillamente dormidos en el sueño de los justos, como en Córdoba es costumbre. Si bien quedan asuntos por resolver (el inmueble de Regina, por ejemplo) esta semana hemos visto superar dos deudas de las que se suelen enquistar y pasar a la hemeroteca de los proyectos inconclusos y las maquetas dormidas. Por un lado, la recuperación de la Pérgola de los jardines del Duque de Rivas, atascada en un pleito con los concesionarios que entendían que el Ayuntamiento debía ampliar el contrato para su uso. El presidente de la gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, anunciaba que “sin demora” se procedería a su reparación urgente y que la delegación de Turismo se trasladaría allí.

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Salvador Fuentes e Isabel Albás. /Foto: JC

El mismo Fuentes, unos días antes, “entregaba las llaves” del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones al alcalde, inmueble enfrascado en una reforma reiniciada en este mandato y que se ha encontrado con impedimentos importantes como la pandemia y la guerra de Ucrania, con el problema de abastecimiento que ello ha producido. El propio alcalde, José María Bellido, recordaba en el acto de recepción de CEFC que la ciudad saldaba un asunto que se había prolongado 20 años, nada más y nada menos. Es un nuevo recinto que no solo responde a las últimas necesidades técnicas y expositivas sino que, como el consistorio pretende, se convertirá en un auténtico motor económico para la ciudad que cuenta con dos espacios para el turismo de congresos, y que con éste último puede competir en un mercado en el que muchas ciudades, entre ellas andaluzas, llevan tiempo trabajando con mejores ofertas que la que hasta ahora teníamos en Córdoba.

A pesar de los contratiempos, en Córdoba vamos superando asignaturas pendientes, aunque no por ello hay que bajar la guardia: si de algo sabemos aquí es de autosabotaje. Y las actitudes, sobre todo las negativas, son más difíciles de reformar que un centro de congresos.