El efecto Conejo


Romería cabeza andújar
Romería de la Virgen de la Cabeza. /Foto: LVC

Lo que le ha ocurrido esta semana al socialista Francisco Conejo en el Parlamento de Andalucía es todo un síntoma. Su desbarre sobre la retransmisión de la romería de la Virgen de la Cabeza por Canal Sur, aparte de haberlo dado a conocer más allá de Málaga, ha servido para comprobar que el PSOE andaluz ha perdido músculo, que ya no tiene el dominio de las redes sociales ni de muchos medios de comunicación que hasta hace poco le debían obediencia.

Sube a la tribuna, suelta lo de la romería, le responde el consejero Elías Bendodo sin dar crédito a cómo se lo habían puesto en suerte, remata la faena y al momento ya estaba el vídeo circulando de teléfono en teléfono, apareciendo en medios digitales, copando Twitter con los comentarios más hilarantes que ustedes puedan imaginar. Ya no había marcha atrás. Conejo gastó la altanería habitual con la que habitualmente le gusta señalar periodistas y medios de comunicación y se encontró con que la pólvora estaba mojada. Su metedura de pata es de las que hacen historia, de las que no pasan de moda y se recordarán en esos recopilatorios de los mejores momentos que periódicamente nos recuerda la televisión. 

Lleva Conejo toda su vida laboral a la sombra del PSOE, esperando su momento de gloria, y lo que le llega es un resbalón con el que ha quedado marcado de por vida. Su currículum plagado de servicios impagables al partido no puede quedar enfangado de esta manera. ¿Quién le aconsejó que atacara al Gobierno de la Junta de Andalucía con que no se había retransmitido la romería de la Virgen de la Cabeza? ¿Quién le quiere tan mal que lo puso en el disparadero? ¿Habrá sido fuego amigo, como ocurre tantas veces en todos los partidos políticos? ¿O habrá sido una ideaca propia en plan: “Dejadme solo, que yo sé acabar con estos”?

De nada sirven los paños calientes que se han puesto para mitigar los efectos del descalabro de Conejo. No cuela el equiparar la misa con una romería, no. Tampoco que hable de productoras quien prefiere no hablar de las productoras pata negra que tanto circulante han generado en Canal Sur. Vamos, que los nervios se han adueñado del PSOE andaluz cuando han visto que no han podido darle la vuelta a la realidad con una artilería que -seamos serios- se ha demostrado flojita. 

Lo de Conejo puede quedar como un anécdota si no fuera porque no es la primera vez que pasa. Esta misma semana, aquí en Córdoba, hemos tenido un caso similar, en el que alguien del PSOE saca pecho contra el PP, pensando que tienen todo a favor, y luego sale trasquilado. Es el caso de  la concejal Alicia Moya, quien pensaba que eso de que el gobierno de derechas en el Ayuntamiento le quitara a los niños el dinero destinado a los colegios para pagar algo tan capitalista como un factura de luz era algo muy feo y que iba a calar entre los cordobeses. 

Moya llegó incluso a culpar al PP de la caída del techo del colegio Colón ocurrida esta semana. “Y no es una situación sobrevenida porque desde el centro habían solicitado el arreglo de la cubierta desde hace más de un año”, decía la concejal socialista, cuando “hace más de un año” quienes gobernaban la ciudad -y los colegios- era PSOE e IU. 

Lo de las facturas de la luz de Alicia Moya se le ha vuelto en contra, como lo de la romería de la Cabeza a Conejo, aunque sin tanto estrépito, ni mucho menos. A las pocas horas se conocía que había que pagar la luz, efectivamente, no por gusto, sino porque el gobierno municipal anterior, presidido por su ahora portavoz, Isabel Ambrosio, tenía una púa de 310.000 euros en facturas de gas y de energía eléctrica consumida en los colegios. 

Son dos casos, sólo dos, pero puede haber más. El PSOE, siempre tan atinado y certero en orquestar versiones que pocas veces tienen que ver con la realidad para imponer su verdad, está en horas bajas, perdiendo fuelle. ¿Qué le pasa al PSOE, que no hay quien lo conozca?