El fraude de la comisión municipal


Una de las más de veinte comisiones que la alcaldesa de Córdoba ha creado para marear perdices, finalmente se ha pronunciado. Lo cierto es que no hacía mucha falta, porque sus conclusiones se sabían en el momento de constituirse, tanto por el sesgado perfil de sus componentes como por sus manifestaciones antes de empezar a trabajar.

Nos referimos a la presidida por Mayor Zaragoza, creada para que le dijeran a la alcaldesa lo que ella quería oir. Que la mezquita-catedral de Córdoba es un bien público. Que la ley que permitió su inscripción es inconstitucional, que los registradores de la propiedad han casi prevaricado al admitirla. Y que hay que emprender inmediatamente todas las acciones legales posibles para su recuperación.

El problema es que este dictamen que  califica jurídicamente unas acciones y afirma la ilegalidad de otras, está realizada por un farmacéutico y dos historiadores. La capacitación que tienen para ello es similar a la que este humilde opinador pueda tener para el cálculo de estructuras de un rascacielos. Ninguna.

Es cierto que la hoy vicepresidenta Carmen Calvo es experta en Derecho Político (hoy Derecho Constitucional). Pero por más que el Ayuntamiento nos venda que tuvo mucho que ver en los postulados, por más que Mayor Zaragoza insista en su participación, lo cierto y probado es que se cuida mucho de firmar este despropósito. La única jurista que se supone que iba a participar, no firma el dictamen. Miren qué casualidad.

Y es lógico que así sea, ya que las temerarias afirmaciones que se vierten en las conclusiones de esta comisión están causando tremendos ataques de risa entre los profesionales del Derecho.

Pero en el fondo da igual. Nunca se pretendió llegar a la verdad. Nunca se quiso realizar un trabajo serio, profesional y neutral. Sólo se buscó la foto y el titular. Por eso, a la alcaldesa le vale, de cara a su público potencial, a,seis meses de las elecciones. Otra cosa es llegar a saber, de verdad, cuánto nos ha costado. Dicen que ochocientos euros. Una risita nerviosa acudía al rostro de la alcaldesa cuando mencionaba esa cifra. ¿O de verdad creen ustedes que estos supuestos expertos han venido gratis?

Las conclusiones de la fraudulenta comisión ya se sabían. Y son igual de parciales y falsas ahora que cuando se las dictó la plataforma expropiatoria. El gobierno municipalse alinea con la izquierda radical, a la que en definitiva debe el sostenerse en la poltrona. Y mientras las calles siguen a oscuras. Los parques, peligrosos. La ciudad, sucia por una mala gestión de recursos, el turismo, maltratado, las empresas huyendo, y el cordobés medio, mas pobre, más triste, y más cabreado.

Pero oye… la mezquita es del pueblo.