Sus muertos, Presidente


El paseo de Pedro Sánchez por Córdoba, en imágenes PSOE Gobierno culpables
Pedro Sánchez, en Córdoba. /Foto: JC

España está de duelo. El luto oficial por los fallecidos por la pandemia es algo que solicitó hace bastante tiempo la oposición, y sólo ahora el gobierno ha accedido a decretar. Consiste, básicamente, en poner las banderas a media asta o con un crespón negro y suprimir la rendición de honores, como manifestación externa de dolor. 

Pero lo que necesitan los familiares de los fallecidos por el COVID-19 es, sobre todo, respeto. Respeto hacia los muertos y respeto al dolor de sus seres queridos. Respeto que está faltando de forma continuada por parte de quienes gobiernan esta nación. Para empezar con el lamentable baile de cifras. Limitando las autopsias, condicionando tos test,  no contabilizando los mayores fallecidos en residencias, ignorando los datos remitidos por comunidades autónomas, funerarias, institutos estadísticos, jugados y ayuntamientos. Sumando o restando muertos como si se tratara de simples números para servir a sus intereses. De un día para otro aparecen o desaparecen de las estadísticas casi 2000 personas.

 Este juego con los fallecidos por la pandemia es una de las mayores indecencias que puede cometer un gobierno. Como consecuencia de ello, actualmente no se sabe con certeza si los muertos por esta enfermedad son 28.000 o 43.000, o si la diferencia entre una y otra cifra, en palabras del portavoz sanitario en esta crisis, puede deberse a un gigantesco accidente de tráfico.

Respeto no es ocultar sus ataúdes de las cámaras, ni hacinarlos con nocturnidad en camiones camino de lejanos hornos crematorios. Respeto es conocer sus nombres y apellidos. Conocer sus vidas. Vidas de mayores que contribuyeron a hacer más grande este país. De jóvenes con toda una vida por delante. De personas de mediana edad que sostenían a sus familias ahora rotas por el dolor y la indefensión.  Respeto, hacia ellos y hacia todos los fallecidos por otras circunstancias en estos tiempos, a los que también les afectaron las medidas, hubiera sido no privarlos de una despedida digna, con las leoninas restricciones que en las fases anteriores rigieron sobre responsos, funerales y velatorios, y que imposibilitaron que esposos, hermanos e hijos de fallecidos acudieran su funeral. Celebrar dentro de un tiempo un funeral de estado en nada mitiga el dolor que ya han generado las medidas en esos familiares.

Respeto sería no convertir en estos días luctuosos el congreso en un cenagal infame. Respeto sería no mentir. Respeto sería no aprovechar las dolorosas circunstancias de una nación postrada para restringir derechos y libertades o establecer censuras. Respeto sería comprender la gravedad de la situación. Respeto sería, especialmente, tender la mano con franqueza al resto de formaciones buscando realmente concordia y consenso para levantar a España, aunque sólo fuera por no deshonrar a los fallecidos. 

 Honre y respete a los muertos, señor Presidente. La vida humana es el don más preciado. Nadie tiene derecho sobre ella, y ningún dolor es comparable a la pérdida de un ser querido. Honre y respete a los muertos. Son nuestros muertos. Los muertos de todos los españoles. Y también son sus muertos, Presidente.

1 Comentario

  1. Mas de 60.000 MUERTOS …SESENTA MIL MUERTOS es la cifra que se está publicando por todo el Mundo en los diarios de mayor reputación …. Esta chusma que desgobierna ésta desgracia de país ..que todo , todo lo ha hecho mal ….para dar lugar a la mayor catástrofe sanitaria que se recuerda …para rematar …NO SABEN NI CONTAR LOS MUERTOS …!!! Pero toda España espera , dada la cantidad de querellas criminales en marcha que toda ésta pandilla de pésimos gestores den con sus huesos en la Cárcel …..se tarde más o se tarde menos , dado el atasco en la Administración de Justicia

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