Este es uno de esos ejemplos de «esto no se hace porque no se me ha ocurrido a mí». Pero tuvo un punto rocambolesco más que la propia frase. Para ponernos en antecedentes, el grupo de Vox en la Diputación de Córdoba llevó al Pleno una moción en la que se pedía arreglar una carretera de competencia provincial.
Se trataba de la que conecta Villarrubia con la Assuán y, además de la mejora, se instaba a ampliar el carril bici y aumentarlo. La petición llevaba, por tanto, hasta un puntito sostenible de esos que gustan tanto a los partidos de izquierda, que además son los que tienen la llave para aprobar o denegar en el Salón de Plenos del Palacio de la Merced.
Todo iba normal: Vox lo propuso, el diputado no adscrito dio el ok, también Cs, pero llegó IU que se acogió al carril bici para decir que no. Medina Ahazara, que pasaba por allí, fue la clave -o la excusa- de la negativa comunista y el PP no perdió tiempo en echárselo a la cara en su turno de intervención.
«No eres tú, soy yo», debieron pensar los socialistas. Y es que, tras acabar el PP, el PSOE se apresuró a decir que lo que había propuesto Vox ya lo habían hecho ellos y que, como el Ayuntamiento de Córdoba no había contestado, pues eso, que no.
La carretera seguirá igual de mal y Vox cerró el turno, mostrando su perplejidad por la negativa socialista, que tuvo un punto brillante -u oportunista- porque tal y como se plantean los debates, Vox cerraba el turno y el PP no podía replicar al PSOE. Además, ese pragmatismo que se le supone a las decisiones que se adoptan en Diputación, saltó de Villarrubia a la Assuán por cunetas peligrosas, por quitamiendos que faltan y con ciclistas asustados.