Me llena de espanto leer la portada de un periódico de amplia tirada nacional en la que con letras grandes dice “El PSOE pide cárcel para los provida que combaten el aborto”. Y no he podido dejar de pensar que el mundo marcha al revés. Al revés del derecho natural, al revés del propio sentido de la vida. ¿Criminalizar al que intenta defender la vida?
No se condena a aquel que quiere terminar con una vida inocente, siempre inocente, ya que nunca pudo haber hecho nada para merecerlo. Se quiere castigar y hasta con un año de prisión a aquellas asociaciones que den información a las mujeres frente a las clínicas abortistas. Es decir, a aquellas personas que quieran informar a las mujeres dispuestas a abortar de en qué situación se encuentra su hijo en ese momento, o qué otras opciones ofrecen la sociedad además de matar a un inocente.
Sin embargo, se ha despenalizado los piquetes de huelga ¿y estos de verdad informan o coaccionan? ¿respetan en algo la libertad del que decide ir a trabajar y no ponerse en huelga?
Son distintas las organizaciones provida que durante años están trabajando en la puerta de los centros abortivos para ofrecer información a las mujeres y disuadirlas de practicar el aborto a través de dicha información. No coaccionan, no obligan, no imponen, simplemente quieren informar.
El PSOE se arroga la exclusividad de la defensa de los derechos de la mujer y no permite que sea apoyada ni ayudada en el drama del aborto por otros que no sean de los de su cuerda, y en aras de esa supuesta libertad, están limitando totalmente el derecho de las personas que no creen en el aborto a poder informar a la mujer de su situación, informar solamente, pero ven que el conocimiento puede ser muy peligroso.
Para poder elegir debo conocer. ¿Porqué la información abortiva es mejor que la antiabortiva, porqué unos tienen derecho a defender a ultranza sus opiniones y otros ni siquiera a darlas?
Es obvio que la vara de medir es totalmente distinta.
Los defensores de la vida ven cómo su preocupación por esta y su intento de formar e informar a las mujeres de las distintas opciones que pueden tomar ante un embarazo se ve amordazado, censurado y totalmente limitado y perseguido por la nueva regulación que el PSOE quiere dar al tema.
¿Les preocupará tanto la no-vida o será por los millones de euros anuales que perderían en caso de que la mujer optara por otra oportunidad para su hijo y para ella? Son más de 50 millones de euros los que genera al año la “industria de la muerte de niños”.
¿Consideran de verdad que ofrecer información a una mujer embarazada o invitarla a que se realice una ecografía como únicos medios disuasorios son constitutivos de delito?
Esta oferta de información es rechazada por una gran mayoría de mujeres que, desde su libertad, cuando se dirigen a la clínica abortiva ya llevan su opción totalmente elegida. Señalan las estadísticas que menos de un 10% son las que, ante la información, desisten de su postura y eligen la vida. Pero con una sola que conociera otra solución y libremente la tomara, ya sería lo suficientemente gratificante para estos voluntarios provida que se desgastan ante la defensa de esta.
¿Dónde está el acoso, dónde la intimidación cuando desde un trato delicado y atento se ofrece salvar una vida?
Ya antes, en otras ocasiones he defendido la vida con uñas y dientes y en cualquier momento, desde el inicio hasta el final. Pero no se trata aquí de manifestar la posición que yo considero correcta, se trata de reclamar la misma libertad para un lado que para otro, el mismo apoyo a quien decide abortar que a la persona que no está muy convencida y escucha los consejos de otros.
En fin, que creo que este mundo va al revés. Reivindicamos como normal lo que debería ser una excepción y apoyamos a las excepciones haciendo creer que es lo cotidiano. El mismo derecho para todas las personas.
Pues lo que llevo repitiendo y mucho últimamente, nos extinguiremos y más pronto que tarde si seguimos así.