¿Libertad de cátedra?


En la última reflexión que hice ya expliqué que la vocación de profesor cada vez va siendo menos libre.

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Leyendo la noticia de la sanción al profesor de secundaria que ha tenido la “osadía” de reconocer que ha explicado a sus alumnos en biología que nuestra carga genética es masculina o femenina, independientemente de las operaciones o tratamientos de cambio de sexo, se formula la pregunta de dónde queda la libertad de cátedra de los profesores.

No he tenido más remedio que sonreír, ya que me encontraba sola, y no era propio desternillarme de risa al intentar querer responder que hace mucho, pero que mucho tiempo, que la libertad de cátedra murió.

Este profesor no ha hecho sino explicar a sus alumnos lo que dice la ciencia, la biología. Pues por ello, amén de ser llamado al despacho de la directora del instituto y ser amonestado verbalmente, y parece que no de muy buenas maneras, ha sido suspendido por seis meses sin empleo y privándole de los complementos que hacían su sueldo digno, pasando a cobrar unos 600 euros.

Como siempre habría que oír a las dos partes. Pero mucho me temo que algo de verdad hay cuando la noticia ha salido a nivel nacional en prensa y televisión sin desmentidos.

En la última reflexión que hice ya expliqué que la vocación de profesor cada vez va siendo menos libre. No nos dejan realizar plenamente nuestro trabajo, es mucho más importante rellenar documentos, en su mayoría informáticos, lo cual nos complica mucho más la vida a la mayoría de los docentes, apuntar cada una de nuestras intenciones, propuestas, programaciones, reuniones, conversaciones, y así un largo etc… en las plataformas para que quede constancia absolutamente de todo. Cómo voy a evaluar, por qué puntúo de esta manera, por qué he cambiado de estándar, dónde lo he recogido, y demás. Y esto es un apoyo para la organización, pero no es lo fundamental de la enseñanza, sino la atención a nuestros alumnos. Libertad de actuación: ninguna.

Y si esta falta de libertad en el actuar se observa en la enseñanza, en la que lo prioritario parece no ser los alumnos, sino cómo queda todo recogido y afianzado para que los docentes apenas tengan margen de movimiento, también ocurre en otros muchos ámbitos.

No es libertad de cátedra la que no existe, es que no hay libertad. Y de muestra tenemos distintos botones esta semana. La Ley de Patrimonio Histórico, o la Ley de Seguridad Nacional que están intentando aprobar.

El gobierno suele tildar de fascistas a todos aquellos que no piensan como él, pero en realidad yo les preguntaría si lo que ellos están haciendo no está transformando nuestra sociedad en una verdadera dictadura. Cada vez tenemos menos margen para expresar nuestras ideas sin ser calificados de extremistas si no coincidimos con ellos, hacen y deshacen a su antojo y si dices algo en contra es que eres un facha. Pero, qué ocurriría si lo que ellos están haciendo en cualquier esfera, política, economía, enseñanza, legislación, lo propusiera un partido de otra ideología, cómo estarían ellos denominando estas actuaciones, dónde estarían ellos concentrados, con sus cacerolas correspondientes y sus gritos en contra del gobierno.

Ante la falta de libertad en cualquier sector, debemos alzar nuestras voces y decir “basta ya”, devuélvannos esa libertad que tanto costó conseguir y que tan fácil se está perdiendo.