La pregunta queda ahí pero bien podría repreguntarse con esta o parecida fórmula: ¿Laicismo beligerante en España? El caso es que a las pruebas podríamos remitirnos puesto que recientemente ha sido a la luz un informe del Observatorio de Libertad Religiosa, organización creada en 2006 para defender el derecho de los ciudadanos a participar en la vida pública sin ser discriminados por sus convicciones religiosas. A este informe se le podría añadir el aparecido en el pasado mes de abril de la organización pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en el que también resuena el caso de España.
Así las cosas, ¿es libertad religiosa o laicismo beligerante el que tuviéramos que escuchar las siguientes declaraciones del Presidente del Gobierno el día 23 de octubre de 2020: “El cierre sanitario de los lugares de culto (yo tuve ocasión de hablar con el Presidente de la Conferencia Episcopal) no impidió en ningún momento la libertad religiosa […], como tampoco el cierre de una biblioteca impide leer o el cierre de restaurantes impide comer”?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en el desalojo de la Catedral de Granada durante los oficios de Viernes Santo el 10 de abril de 2020, que llevó a cabo la Policía Nacional a las órdenes del Ministerio del Interior? En la Catedral se encontraban en ese momento una veintena de fieles – incluido el arzobispo – cuando el aforo de este templo es superior a las mil personas.
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en el funeral celebrado por la victimas del Covid en julio de 2020 en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona en el que solo se permitió una asistencia máxima de diez personas, cuando el aforo para el turismo un día antes en el mismo lugar era del 50%?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en la exclusión de la comunidad educativa, por primera vez en la historia de nuestra democracia, en el debate sobre la reforma educativa en curso elaborada por la actual coalición del Gobierno de España?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en el ya viejo debate sobre la exención de la Iglesia Católica del impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) cuando esa exención es aceptada normalmente para todas las instituciones, organizaciones, partidos políticos y asociaciones que tengan un fin social?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en el proyecto de ley de reforma de la educación que repercute sobre la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas y la exclusión de la religión como asignatura del currículo académico?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en las acusaciones de “expoliador y homófobo” realizadas por Adelante Sevilla en carteles en la vía pública contra el, en aquel momento, arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo Pelegrina tras hacerse pública la noticia de que había sido distinguido como hijo adoptivo de la ciudad de Sevilla?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en la imagen compartida en las redes sociales por la vicealcaldesa de Valencia de una mujer caracterizada como la Virgen María en plano corto con el mensaje: “Hasta Dios nació del coño de una mujer”?
¿Libertad religiosa o laicismo beligerante en la más que presumible expulsión de los monjes benedictinos del Valle de los Caídos?
Las pruebas hablan por sí solas. A las pruebas deberíamos remitirnos.
