Los Cristianos se hacen, no nacen…


Se dice en los corrillos de nuestra Diócesis que a nuestros sacerdotes les ha dado ahora
por organizar campamentos parroquiales, a diestro y siniestro, y que cada vez son más
las parroquias que se suman a esta iniciativa, este año más de 30, amparadas por la Escuela Diocesana de Ocio y Tiempo Libre Gaudium

campamentos parroquiales córdoba

¿Por qué organizar este tipo de actividades en nuestras parroquias? ¿Cuál es la diferencia de un campamento cristiano?

La Iglesia desde sus comienzos ha asumido esa misión encomendada por Jesucristo: «Id 
al mundo entero y proclamad el Evangelio». Los cristianos tenemos la tarea misionera de
anunciar a Jesucristo y de hacer nuevos cristianos, partiendo como en los orígenes de una doble convicción: por un lado, que la vida cristiana es obra de Dios, es decir, Dios
tiene la iniciativa de todo. Por otro lado, que la Vida Nueva recibida por el bautismo
supone un proceso de conversión que dura toda la vida, en la que el sujeto humano ha de poner en juego todas sus facultades como respuesta a la gracia recibida por parte de
Dios. Esta doble convicción, en parte, es la que llevó a Tertuliano en el siglo II a afirmar que «los cristianos se hacen, no nacen».

En la misa de envío presidida por nuestro Padre y Pastor, en el seminario Mayor San
Pelagio el miércoles 12 de Junio, Don Demetrio nos recordó que Jesucristo abarca toda la realidad humana, y por tanto también el ocio y el tiempo libre, que a su vez se convierten en camino de evangelización, de nuestros niños y jóvenes. Es por ello que las parroquias
tenemos un papel esencial en esta misión.

Los obispos españoles, dicen en el documento sobre “La iniciación cristiana. Reflexiones y orientaciones”, publicado el mes de noviembre de 1998, que la parroquia es “el ámbito privilegiado para realizar la Iniciación Cristiana en todas sus facetas catequéticas y litúrgicas del nacimiento y del desarrollo de la fe”. Los Párrocos junto con la ayuda inmensa de sus numerosos catequistas son los que llevan a cabo esta bonita tarea de hacer nuevos cristianos. Esto implica seguramente, por las circunstancias socio-culturales en las que nos ha tocado vivir, el buscar y conjugar nuevas herramientas que nos acerquen aquellos niños y jóvenes que por distintos motivos y circunstancias se han alejado de la parroquia.

De sobra sabemos que el proceso catequético pasa por: conocer el contenido y la moral de la fe cristiana, iniciación en la oración personal y en la liturgia de la Iglesia, incluirlos en la vida comunitaria y cultivar en ellos un talante evangelizador.

Durante todo el año en la vida parroquial no faltan actividades, celebraciones litúrgicas, convivencias, peregrinaciones.etc. Pero cuando llega el verano muchas de nuestras parroquias parece que entran en letargo.

Dice San Juan Bosco «Amad aquello que aman los jóvenes, y ellos aprenderán a amar lo que vosotros queréis que amen».

Eugenio Bujalance Serrano
Sacerdote