El cortoplacismo político, el mayor problema que arrastra España desde hace décadas


Estamos en manos de gente que se preocupa de cosas demasiado inmediatas, de las cuales obtienen su recompensa más preciada, tu voto.

El 24 de febrero estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania acontecimiento que ha avivado el fuego inflacionario en lo que a la energía se refiere, que ha mermado el suministro de productos y materias primas como el cereal, el níquel, aceite de girasol etc…Que son clave para sectores como el automovilístico o el alimenticio en nuestro país y en muchos países de nuestro entorno. Todo esto parece haber despertado parte de pensamiento crítico en nuestra sociedad y se demuestra con las huelgas que hemos presenciado de transportistas o numerosas manifestaciones en contra de las dolorosas subidas de la luz y la gasolina en las últimas semanas.

La sociedad ya comienza a cuestionar algunas cuestiones como, por ejemplo; ¿Por qué deben los ciudadanos pagar un 54% en impuestos en el precio del gasóleo al llenar el depósito de su vehículo? ¿Porqué los mismos deben tolerar que el 60% de la factura de la luz sean impuestos? ¿Porqué cualquier trabajador que ingresa 2.000 euros, en nómina solamente percibe 1.100-1.200 euros aproximadamente? ¿Porqué? O mejor aún, ¿A cambio de qué, todo esto, a cambio de qué?

Los políticos de cualquier signo político utilizan toda coyuntura negativa para de un modo u otro culpabilizar a la sociedad, culpabilizar a los ciudadanos y seguidamente indicar la forma más adecuada de actuar, la forma más idónea de consumir, la forma más optima de contaminar o no hacerlo, en definitiva, nos meten en problemas y acto seguido nos venden la “solución”, la solución mágica a problemas complejos, y ya os digo, no existe. Los problemas complejos requieren de soluciones complejas, no hay más, recuerden uno de mis artículos 2+2 son 4 no 22, recuérdenlo, por favor.

 La gota que colmó el vaso de la paciencia ciudadana fue la huelga de transportistas la cual hizo que en la sociedad se extendiera como la pólvora un murmullo en forma de pregunta que dice así ¿Realmente todos los males de la situación española pertenecen al presente?  La respuesta es sencilla a la vez que contundente, NO. Los problemas que acumula España en su haber no pertenecen al hoy, pertenecen a una vieja historia que dio comienzo hace más de 40 años. España tiene serios problemas con; La deuda pública, con el sistema de pensiones, el mercado laboral y la enorme dependencia energética que tenemos del exterior.  

Los intereses devengados de nuestra deuda pública en el año 2021 representaron cerca de un 7% del PIB, lo que significa que España ya gasta más en los intereses de la elefantiásica deuda que tenemos que en sanidad (5,1%) o en educación (4%), y recuerden que desde el año 2015 hasta el año 2019 la economía española crecía entre un 2,1-3,8%, unos crecimientos muy elevados (teniendo en cuenta que la economía española a partir de crecimientos del PIB del 2% ya genera empleo y riqueza) con los que se podía haber reducido la deuda en grandes cantidades y sin embargo, se hizo todo lo contrario, se aumentó. Por lo tanto, el problema de la deuda y sus intereses no es de hoy.

El sistema de pensiones cada cinco años de media cambia las condiciones las cuales los contribuyentes pueden jubilarse y así acceden al sistema de pensiones. Para que vean los enormes recortes que ha sufrido y sigue sufriendo el sistema desde los años 80 hasta el día de hoy. En el año 1985 se tenía en cuenta los últimos 2 años para el cálculo de la pensión y el gasto sanitario estatal se incluía dentro de las cotizaciones sociales. Actualmente se tienen en cuenta los últimos 25 años trabajados y el gasto sanitario del Estado se sufraga fuera de las cotizaciones sociales, es decir, vía impuestos. La diferencia es abismal, este sistema es insostenible. Por lo tanto, el problema de las pensiones no es de hoy, recuerden 2+2 son 4 y no 22.

 El mercado laboral español tiene de media un 17% de paro en los últimos 40 años, tenemos el mercado laboral más rígido de Europa, el despido y la contratación mas costosas y una fiscalidad a las empresas que se encuentran umbral de las empresas de 49 trabajadores en adelante que hacen imposible que nuestro tejido empresarial y productivo se parezca al italiano o al francés y ni de lejos al alemán debido a que todas aquellas empresas que quieren crecer a partir del umbral de los 49 trabajadores se encuentran una maraña de regulaciones y trabas burocráticas que desincentivan e impiden que nuestro parque empresarial crezca, sea más productivo y por ende generar más empleo y de más calidad. Por lo tanto, el problema del mercado laboral tampoco es de hoy.

Y por último y no menos importante la cuestión energética. A mediados de los ochenta en España y en general en todo occidente se decidió cerrar las centrales nucleares que poseíamos e invertir y dar prioridad a energías renovables, energías “verdes” muy costosas y en el momento nada eficientes ni productivas, a día de hoy están bien para completar un mix energético potente pero no pueden emplearse para liderar un proyecto energético sólido y sostenido en el tiempo. Decidimos entregar la soberanía energética a terceros países sin pensar las consecuencias que, en el largo plazo, cosa que cualquier político odia y desconoce, podían tener. A día de hoy a la gran mayoría de españoles les ha quedado claro que depender casi en un 100% de un país para el suministro de gas natural y/o petróleo es muy peligroso, ya que, no sólo los ciudadanos en sus hogares se resienten, también los costes fijos empresariales hacen que el margen de las mismas desciende y como consecuencia se invierta menos en crear empleo, en aumento de la productividad traducido en mejores salarios y un largo etc… Que arrastra a cualquier estrato de la sociedad. La energía es crucial para el desarrollo y crecimiento económico y social de un país como para que dependa casi en su totalidad a un país tercero.

Cada 4 años cambia el gobierno que toma las decisiones en nuestro país, cada 4 años se pega una patada hacia delante con estos problemas descritos anteriormente, cada 4 años las cuestiones inmediatas son las que mandan y las que no…Ya les tocará resolverlas al siguiente ejecutivo. La patata caliente cada vez es más grande y el problema es que cuando explote, no les explotará a ellos sino a nosotros.