Petróleo más barato que en 2008, gasolina el doble de cara


¿Hay alguna explicación económica? Rotundamente, sí.

“Nada es más fácil que tener buenas intenciones. Pero cuando no se entiende cómo funciona una economía, las buenas intenciones pueden llevar a consecuencias desastrosas.”

 Thomas Sowell

 

A lo largo de la semana pasada se hizo viral una imagen en redes sociales que esbozaba lo siguiente; “Barril de crudo en 2008 a 136 euros, litro de gasolina a 1 euro. Ayer, crudo a 128 euros, litro de gasolina 2,20 euros. Así o más claro.” La imagen de la que os hablo se compartió a un ritmo vertiginoso en todo tipo de plataformas a modo de crítica al gobierno de España y aludían las numerosas partidas de gasto innecesarias y el despilfarro tan grande que afirman que hay, pero, ¿Qué parte de razón encierra dichas afirmaciones? ¿Cómo puede ser que con el barril de crudo más barato la gasolina sea el doble de costosa para todos los ciudadanos? A continuación, os expondré unos datos por las cuales, en mi opinión, dichas críticas no están bien fundadas, y, por lo tanto, dicha frase, carece de sentido, sentido económico.

Lo primero que hay que explicar es que cuando nuestra economía acude a los mercados internacionales a adquirir petróleo tiene que cambiar de divisa, ya que, la moneda de referencia en el comercio internacional es el dólar americano, por lo tanto, los euros disponibles deben cambiarse por dólares y aquí, es donde reside una de las razones económicas que explican la frase con la que abríamos el artículo. El tipo de cambio euro/dólar en el año 2008 se situaba en 1 euro/1,47 dólares, lo que significa que con 1 euro la cantidad de petróleo que se podía comprar en e1 año 2008 es mayor que en la actualidad, ya que, el tipo de cambio euro/dólar se sitúa en 1 euro/1,04 dólares.

En segundo lugar, las refinerías son las industrias encargadas de transformar la materia prima de petróleo en gasóleo y gasolina. Esta industria, la del refino de petróleo, lleva años frenando su expansión e inversión debido a los innumerables mensajes llegados de todo tipo de organismos políticos nacionales e internacionales adelantando que en el periodo comprendido entre 2030-2035 los vehículos de combustión estarán totalmente prohibidos, además de las innumerables tasas, impuestos y regulaciones a nivel nacional y europeo que se han impuesto a esta industria. Obviamente, al experimentar el frenazo a nivel de inversión, la disminución del número de refinerías y cortar la expansión de dicha industria nos hemos encontrado con la dificultad de que la oferta pueda atender correctamente la demanda que ha habido y que hay para el proceso de refino de del petróleo.

Por si fuera poco, nos encontramos con que el petróleo que importa la mayoría de países de Europa incluido el nuestro, España, es un petróleo cargado de azufre, componente que hay que retirar para poder completar el proceso de transformación del petróleo al gasóleo y gasolina. Para poder retirar el azufre del petróleo se necesita gas, y el gas europeo, como bien sabemos, ha sido el que más se ha encarecido debido a diversos factores que no entraremos a valorar aquí. Y como es lógico, dicho encarecimiento del gas ha repercutido de forma muy potente en el precio de la transformación del petróleo a gasóleo y gasolina.

Por lo tanto, cuando dopas tanto la economía con gasto público, ese gasto acaba convirtiéndose en demanda, una demanda que la oferta impotente no ha podido ni puede atender y como consecuencia todo esto se traduce en una explosión de precios difícilmente controlable.

Con este artículo animo al lector a cuestionar todos los datos que lee, que cuestione a sus padres, a sus profesores en clase y que investigue y contraste los datos que vea en redes sociales, en clase o en cualquier lugar. Con este artículo intento hacer ver que la realidad de un asunto, una medida política o económica se encuentra lejos de un tweet o una imagen de los precios del petróleo en diferentes años. Investiguen, cuestionen y profundicen en cualquier materia y encontrarán la verdad, lo sé, es muy costoso, pero merece la pena, os lo aseguro. Ánimo.