La inflación no es un incendio que se apaga con fuego: impuestos a la banca y a las eléctricas


España gasta 60.000 millones más de lo que ingresa y subiendo

junta impuestos

 

“El Gobierno recauda 2.000 millones de euros extra por cada punto de inflación”.

 AIReF

“Este gasto sin control está creciendo más rápido que nuestra economía, más rápido que la inflación, y mucho más allá de nuestros medios para sostenerla.”

 Jim Nussle

 

En la mañana de ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó una de las nuevas medidas para “combatir la inflación” y como de costumbre, no dejaron indiferente absolutamente a nadie. Entre dichas medidas, nos encontramos las que menciono en el título del artículo; Impuestos a la banca y a las eléctricas, qué novedad, ¿verdad? Pues no, la verdad es que este tipo de impuestos y discurso por parte del gobierno de turno pertenece a una vieja historia que ya todos conocemos, la historia de; “que paguen los que más tienen” “que esta crisis la paguen los poderosos” “el margen para subir los impuestos es muy amplio si nos comparamos con Europa” y un largo etc.… ¿Realmente acierta el gobierno en sus medidas? ¿Son necesarios esos impuestos o solamente se ejecutan por la popularidad de los mismos entre los ciudadanos?

El Gobierno ha decidido encarecer la financiación de los ciudadanos con un impuesto a la banca y también, encarecer la energía con un impuesto a las eléctricas. ¿De verdad piensan que los bancos y eléctricas no van a repercutir dicho impuesto a sus clientes? ¿De verdad lo creen?

Varios dirigentes del Gobierno y de diferentes formaciones políticas hacían referencia a los beneficios empresariales de dichas empresas (energéticas y bancos) y en concreto, de la banca, a la que hacían hincapié en los beneficios que va a percibir a causa de las subidas de los tipos de interés. Y digo yo, ¿y los años que ha pasado la banca “sufriendo” los tipos de interés negativos? De eso no se habla. Con esto no quiero decir que la banca no sea un sector privilegiado, que lo es, o que no esté intervenido por los poderes públicos, que lo está, pero el Gobierno los usa al igual que a las eléctricas porque son un “blanco fácil” de cara a vender estas medidas al pueblo. Y al final, todos sabemos que siempre pagan los mismos, los de siempre, es decir, TODOS.

Uno de los argumentos favoritos por parte del gobierno es el de la equiparación fiscal (en mi primer artículo para este medio expliqué las diferencias fiscales entre nuestro país y el entorno europeo) con Europa, y me pregunto, ¿Por qué quieren equipararse al resto de países en las políticas que no funcionan y que no generan prosperidad? ¿Por qué no ejecutar políticas económicas en las que flexibilizar el mercado laboral, donde hacer sostenible el gasto público y reducir el gasto político? Porque no les interesa, ya que habría que llevar a cabo políticas tremendamente impopulares y sin un efecto positivo inmediato en la economía que se traduciría en una pérdida de influencia electoral muy potente, por lo tanto, patada hacia delante y el “marrón que se lo coma otro”.

Mientras este Gobierno siga maquillando estadísticas y no aceptando de facto la realidad que tenemos y que nos viene, no podremos atajar el problema y como consecuencia, no podremos dar una solución eficaz y eficiente. ¿Por qué alcanzando récord de empleo desde 2008 nuestra economía no es capaz de crecer (0,2%) y generar riqueza? Porque es rotundamente falso.

 El gobierno pospone y pospone lo que es un secreto a voces; hay que recortar gasto estatal (España gasta 60.000 millones de euros más de los que ingresa, cosa que se materializa en mayores presiones inflacionarias) y hay que hacerlo ya, es urgente. Y con esto no digo que no haya que ayudar a los que más lo van a necesitar con cargo a déficit, claro que no, pero para eso hay que acometer recortes profundos para que ese déficit que realmente necesitemos no genere más inflación de la que está generando y como consecuencia, nos haga más y más pobres.