Productividad y Consolidación Fiscal


Cuadros.

En la Europa Occidental tras la II Guerra Mundial, la implantación del Estado del Bienestar ha sido generalizada, con mayor o menor intensidad. Eso ha hecho que independientemente del color político de sus gobernantes todos los países han puesto gran énfasis en dotar a sus sociedades de avanzados sistemas de protección social, pensiones, sanidad, educación y también de infraestructuras. En unos países con más intensidad y en otros con menos sus ciudadanos aceptamos un papel muy relevante de los Estados en la vida de un país. El grado de cobertura social está muy unido a la generación de riqueza del estado, los países con más PIB por habitante suelen tener más cobertura. Nosotros siempre miramos a los países más ricos de Europa, y en concreto a Alemania, como referente en muchas cosas, quizás nos sirva saber que han hecho para estar en esa posición.

El pasado 18 de mayo el Director de Banco de España, al describir en el Congreso de los Diputados la intensidad de la crisis que se avecina tras la pandemia hizo dos recomendaciones para revertir tal crisis: consolidación fiscal y reformas estructurales. Normalmente no se baja a la concreción de las medidas para entender mejor estos términos, dado que no son muy del gusto del público en general (refiriéndome a los votantes), y por tanto, no escuchará a ningún político hablar mucho de ellas porque sus expectativas de voto caerían de manera alarmante. 

Previamente voy a referirme a una de las grandes variables para mejorar nuestra renta, la productividad, ahí está el toro en suerte, que diría un taurino. Si un país quiere prosperar y disponer de mayores niveles de bienestar a largo plazo (aumento del PIB por habitante) tiene que intervenir en las variables que mejoran la productividad de su economía, y es fundamental para su mejora realizar reformas estructurales, aquellas que actúan por el lado de la oferta, que diría un docto en materia económica. Se está hablando estos dias de las condiciones que se podrán desde la UE para recibir fondos (ayudas y préstamos) para reconstruir la economía post covid, y se vuelve a escuchar que estos fondos se supeditarán a la realización de reformas estructurales.

Es importante entender que las reformas estructurales afectan a dos conceptos, eficiencia y equidad. Así, por ejemplo, son reformas estructurales: dar mayor flexibilidad al mercado laboral, la desregulación de los mercados de productos, la simplificación del sistema impositivo, la mejora del entorno empresarial o la disminución de barreras a la inversión extranjera. La implementación de estas reformas daría como resultado más productividad y, por tanto, más riqueza para todos.

Por otro lado, habrán ustedes escuchado muchas veces el termino consolidación fiscal, sobre todo en el ámbito europeo. Pues bien, aplicar políticas de consolidación fiscal en lo público significa que el conjunto de las administraciones tengan presupuestos equilibrados, es decir, que no tengan más gastos que ingresos. Es sabido que el presupuesto del Estado español tiene déficit estructural, tenemos más gastos que ingresos desde hace lustros.

Ahora les propongo que observen las últimas noticias recogidas en los medios de comunicación en referencia a las políticas que afectan a la mejora de la productividad (a través de reformas estructurales) y a la consolidación fiscal. Compárenlo con lo que acabo de describir y usted mismo podrá determinar si en nuestro país se están aplicando políticas que mejoran la productividad y la consolidación fiscal, y por tanto, el bienestar de todos los españoles, o por el contrario si las medidas adoptadas traerán disminuciones de productividad y alejamiento de la consolidación fiscal, por tanto, menor bienestar para nuestra sociedad. Aquí está todo estudiado, que dirán mis alumnos cuando vengan a hacer los exámenes de junio.