Le pregunta el querubín al serafín:
¿Ya no lo quieren?
Cuando todo iba bien, o eso era lo que se creían, todo eran besos, abrazos y parabienes. Luego la cosa se estropeó y llegaron las ausencias, hasta de las parejas de acompañamiento (musical) en los propios actos de la cofradía, para estar a los pocos días con otra hermandad con la que quisieron irse y dejar a la suya de toda la vida. Y eso no tiene el precio que cobra un costalero.
¿Furtivo?
El mundo de los asesores musicales es más complejo que intentar desvelar los movimientos del enemigo en plena guerra. No hay quien lo entienda, pero llama la atención que se vea a alguno tocando y te haga un truco de magia y, chas, desaparece de tu vista ¿Por qué será?
Granadera del cielo
Dos minutos rufando, dependiendo de la banda, puede sonar hasta a gloria. La percusión es el alma de la fiesta, aunque muchos se empestiñen en los solos de corneta. Sin ella no hay fiesta y queda mucha para gastar las gargantas tan pronto.