Presupuestos de campaña


Deje de sobornar a los jóvenes que viven con sus padres, para que le voten, y haga que estos padres puedan permitirse dar a sus hijos la cultura que deseen

Campaña de bonos culturales del PSOE de Aragón / Foto: Twitter PSOE de Aragón

Decía yo la semana pasada que Pedro Sánchez no nos había deleitado aún con unos presupuestos generales del Estado para el próximo año, ya que sus vicepresidentas y sus ministros y ministras (hagamos la tontería del lenguaje inclusivo que destroza la gramática española) andaban a la greña a ver quién conseguía el anuncio más demagógico.

Pues bien, en un visto y no visto, cual mago circense, lo arregló Sánchez y lo hizo en su forma habitual: aceptando la propuesta de sus socios comunistas, frente a la postura del partido que dirige, permitiendo una ley para regular el mercado del alquiler de la vivienda, dejando, otra vez, destapada a la Sra. Calviño, su vicepresidenta socialista, que por el ordinal que le sigue a su vicepresidencia, debería ser quien tuviera mayor peso, máxime siendo la responsable de regir por dónde debe ir la economía de este país. Aunque yo creo que Calviño ya se ha hecho especialista en cubrirse las vergüenzas y no tener muchos remordimientos en enseñarlas, al fin y al cabo, sigue en el prurito del poder, ya que no hay vez que se oponga a medidas de los socios de gobierno para que el jefe de su partido se ponga del lado del otro.

Pero como siempre qué gran maestro del embuste y de la falsa promesa demuestra ser Pedro Sánchez. Ofrece a Podemos el titular de conseguir su ansiada ley reguladora del alquiler de la vivienda, para inmediatamente convertirla en una ley vacía de contenido, pues su aplicación quedará a expensas de lo que decidan Ayuntamientos y Autonomías, es decir, para dejar las cosas como estaban y que siga siendo Ada Colau la que aplique esta tontería y siga haciendo el daño que está haciendo a la vivienda de alquiler en Barcelona. A lo mejor por eso Calviño no se ha sentido en esta ocasión tan desautorizada, porque en el fondo sabe que, como tantas otras, es un ofrecimiento vacío de contenido, sólo pura demagogia ya que se acercan las elecciones, en las que ya verán como Podemos saca a relucir este triunfo.

Inmediatamente después Pedro Sánchez nos anuncia dos supremas medidas de apoyo a la juventud para el próximo año: Un bono joven de 250,00 € mensuales durante dos años para jóvenes de entre 18 y 35 años para el alquiler de la vivienda y otro bono cultural, éste sólo para quienes cumplan 18 años en 2022, de 400,00 € para cultura, eso sí, para la cultura que quiera este gobierno, no para toda o cualquiera a la libre elección del joven.

Cuando en las próximas elecciones generales, cuya campaña se intensificará el próximo año (no hemos dejado de estar en campaña en ningún momento), por Podemos se haga el anuncio de que consiguieron una ley reguladora del alquiler, Pedro Sánchez les dirá que esa ley no se ha aplicado, ni se le espera, pero sí que él puso en los presupuestos una ayuda directa a los jóvenes para ese alquiler. Otra cosa será que no corra la misma suerte que el famoso Ingreso Mínimo Vital.

Y lo del bono cultural ya es de aurora boreal. Este bono es sólo para quienes cumplan los 18 años el próximo año ¿Cómo explicar que no tienen el mismo derecho los que los han cumplido este? ¿o los que a pesar de tener 20 o más siguen viviendo a costa de sus padres?

Campaña de bonos culturales del PSOE de Aragón / Foto: Twitter PSOE de Aragón

Cuando estamos en unos momentos en que la economía española sangra por todos los costados y que las empresas y autónomos luchan denodadamente por no sucumbir y mantener su actividad, va Pedro Sánchez y se saca de la chistera el proyecto de presupuestos generales del Estado con un gasto récord, que pretende cubrir con unos fondos europeos que no llegan (y ya veremos si lo hacen con la postura que pueda adoptar el nuevo gobierno alemán) y, por supuesto, con una subida de impuestos, que esa sí que llegará, para pisar un poco más el cuello de las empresas y autónomos, a quienes, además, les pedirán que creen empleo.

Pero como casi con todo, por no decir con todo, Pedro Sánchez sólo piensa en él, en mantenerse en la Moncloa a cualquier precio, y como el año próximo se nos viene encima la convocatoria de elecciones, qué mejor que su campaña se la paguemos todos los españoles, quitándonos un poquito más de nuestros ingresos y ahorros.

Mire Sr. Sánchez, deje de sobornar a los jóvenes que viven con sus padres, para que le voten, y haga que estos padres puedan permitirse dar a sus hijos la cultura que estimen conveniente, ellos son los responsables de su formación y educación y no el adoctrinamiento del Estado. A lo mejor si consigue que baje el precio de la luz y de que los salarios lleguen con menos deducciones a sus casas, lo podrían hacer.