Sí se puede


Nos encontrábamos ante, quizás, los presupuestos más sociales que hubiese visto Andalucía

Juanma Moreno recibe los aplausos de la bancada del PP./Foto: Eduardo Briones - Europa Press
Juanma Moreno recibe los aplausos de la bancada del PP./Foto: Eduardo Briones - Europa Press

Desde que el gobierno social comunista que nos gobierna en España llegó a la Moncloa no ha hecho otra cosa que freírnos a impuestos e imponernos leyes ideológicas que, en gran medida, sólo conllevan mucho gasto y poca rentabilidad para la sociedad. Eso sí, cada día hay más políticos, y asesores de éstos, que se van asegurando esa privilegiada jubilación que a algunos puede que ya no llegue, o lo haga muy mermada.

Parece que es como si nos hubiésemos ya acostumbrado a que la única solución para prestar servicios y salir de la crisis es subir los impuestos y los precios.

Sin embargo, a finales del mes pasado el gobierno Andaluz de Juanma Moreno, al igual que su homólogo en Madrid de Isabel Ayuso, ha decidido que lo mejor es bajar la presión fiscal a los ciudadanos sin que para ello haya que reducir ni un ápice el bienestar social, demostrando que sí se puede.

Con esta nueva ley que, menos mal, no se ha pergeñado bajo el paraguas de la Ley de Presupuestos porque su destino hubiese sido el limbo, para el año que viene los andaluces además de la rebaja de la escala autonómica del IRPF veremos como se nos aumentan en número e importe las deducciones que para la cuota autonómica podremos aplicarnos. Además se nos rebaja, al menos en un 1%, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y se tendrán otros muchos beneficios fiscales en otros impuestos como el de Actos Jurídicos Documentados, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, sobre el Patrimonio, etc. … Es decir, en la práctica totalidad de aquellos impuestos, o parte de los mismos, que corresponde gestionar a la Junta de Andalucía.

Con la gestión del gobierno de Juanma Moreno en Andalucía se ha conseguido que tras Madrid y Murcia, Andalucía sea la Comunidad Autónoma en la que P.I.B. haya crecido más desde 2019, un 2,1%, a pesar de la crisis vivida con la pandemia del covid-19. Lo que demuestra que cuando mejor se gestiona el crecimiento económico no sólo no es necesario subir impuestos sino que se puede plantear bajarlos, de lo que, también cabe deducir, por el contrario, que cuanto peor se gestione dicho crecimiento, para sostener el gasto público, no digo ya la inversión, es necesario sacrificar aún más el bolsillo del ciudadano.

Pues bien, con esos datos favorables se presentaban en el Parlamento Andaluz esta semana los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma, en los que con menos sacrificio para los ciudadanos en impuestos, como hemos dicho, se apostaba, entre otras cosas, por incrementar la partida para Sanidad un 31%, hasta alcanzar los 12.900 millones de euros, o en Educación un 8,4% más que el año anterior, pero que es un 25,8% con respecto a 2018; o en Dependencia con un incremento de un 15,6% más hasta dotar esta partida con 1.635,2 millones de euros.

Es decir, nos encontrábamos ante, quizás, los presupuestos más sociales que hubiese visto Andalucía y todo ello no sólo sin necesidad de subir impuestos, sino bajándolos.

Sin embargo, en la oposición, ha valido más, como siempre, el resultado partidista que el bien de los andaluces y unos y otros, a la izquierda y derecha del gobierno andaluz, han preferido tumbar estos presupuestos con tal de arrimar el ascua a su sardina.

El PSOE exigiendo por un lado que se garantizara la continuidad de los sanitarios contratados para atacar la pandemia de la Covid-19, pero votando en contra del aumento del presupuesto en Sanidad. Pura contradicción en la que viven. Congratulándose de haber pactado con Bildu y ERC los presupuestos generales del Estado y negando el pan y la sal en Andalucía al gobierno del PP y Cs.

O Vox, que tiene tantas ganas de ir a unas elecciones, que prefiere echar en cara cierta lentitud, a lo mejor, en proyectos pactados de desmantelamiento de un gobierno socialista que duró 40 años, y que se olvida de la gestión diaria y el futuro de los andaluces, por un puñado de votos que creen pueden obtener si se adelantan las elecciones.

En definitiva, lo que nos queda a los andaluces es alegrarnos porque el año que viene seremos unos privilegiados con respecto a otras comunidades al tener unos impuestos más bajos que aquellas y recordar, si consiguen al final obligar a Juanma Moreno a adelantar las elecciones, quién provoca la inestabilidad y quién prefiere su beneficio al del conjunto de la ciudadanía.