Hoy el frio ha llegado a nuestra casa
Se ha sentado a la mesa indiferente
Ha partido su pan , ha sonreído
Y su risa ha cegado las ventanas.
Su retina refleja nuestras vidas:
Transcurren por sus ojos las estampas
De tiempos donde el tiempo era un sosiego
De cálidos momentos que pasaban.
Pero el frío escupe sus palabras
sonidos que son dardos en la sombra
Y hacen nieve la luz de nuestros ojos
Y el fuego del hogar queda sin pulso.
Me rebelo en mi sangre ensangrentada
Contra el frío que clava su misterio
En el blando filón donde reposa
Esa flor que aunque fuimos no seremos.
Comprendo : es tu espacio el que nos falta
Tan lleno de infinito, para siempre…
Parto el pan y me queda la fragancia
De unas tibias espigas que maduran.
…Y Dios se muestra oculto por la niebla.