Mosaico incompleto de santos inocentes


Víctimas inocentes de la violencia desatada en una cultura donde el respeto a la persona y a la vida  está en evidente retroceso

Día de los Santos Inocentes

I.- Este 28 de diciembre de 2.021,  sigue habiendo en nuestra sociedad, quizá más cerca de nosotros de lo que pensamos, victima inocentes: víctimas inocentes de la violencia desatada en una cultura donde el respeto a la persona y a la vida  está en evidente retroceso. Víctimas de la violación flagrante del principio de igualdad en las relaciones entre personas, en multitud de ámbitos jurídicos. El desprecio a los ancianos, que construyeron nuestra sociedad y fortalecieron nuestro bienestar con sus enseñanzas y su trabajo, y a los que hoy pagamos con aislamiento y pensiones de miseria. Y, en suma, el olvido de ciertos enfermos, que merecen plena dedicación y respeto y que, como no “dan votos “, son olvidados sistemáticamente.

Sin eludir la responsabilidad individual de quienes causan directamente estos males, aun más, resaltándola, este cuentecillo quiere poner el énfasis en la enorme responsabilidad de  nuestros políticos ( de algunos, de muchos ) que en su calculismo  electoral, se preocupan más de ganar elecciones, de manipular al pueblo, antes que de resolver auténticamente los problemas reales.

II.-PRIMERA TESELA :

Llamó varias veces a la central de taxi, pero la centralita no respondía. No se planteó si sería por avería, o porque un exceso de llamadas producía colapso, o….Ella sólo pensaba en llegar a casa. Cuanto antes. Había sido un día intenso en el hospital. Con esto del COVID las urgencias estaban desbordadas y los compañeros empezaban a flaquear en las fuerzas físicas y en el ánimo….

Así que prefirió no demorarlo más y volver andando a casa. Veinte minutos a paso ligero la separaban de una ducha caliente y un plato de sopa. Las calles estaban vacías y caía un agüilla molesta que le enturbiaba las gafas pero que apenas  calaba. Las calzadas rebrillaban cuando pasaba un coche  y las  iluminaban los fogonazos  de sus faros. Todo parecía triste y lejano. Ausente.

Una sombra surgió de una esquina. Ella sintió que el silencio pesaba. También el miedo. Se resistió.

Cuando días después se detuvo a su asesino, se supo que era reincidente en delitos de la misma naturaleza. Si la legislación sobre prisión permanente revisable se hubiese aprobado antes de que la bestia hubiese cometido su primer asesinato, no habría salido de prisión y ella estaría aun viva….

Sus padres no podían entender que un asesino anduviera suelto. Nadie podía entender que un asesino anduviera suelto. Pero andaba…

Su padre juró que lo mataría. A ser posible, a cuchillo.

Su madre supo que el infinito existía, porque su dolor era infinito.

 

III.- SEGUNDA TESELA:

Su abogado le había advertido de todas las contingencias posibles y le había abierto un abanico de posibilidades. Le había explicado de las distintas rutas que podía tomar el proceso. Y le había alentado para que llegara a un acuerdo en el divorcio  con su esposa:

– Más vale un mal acuerdo que un buen juicio…

Pero él  estaba seguro de sus razones y prefería presentar batalla. Noble y dentro de la ley, pero batalla. Creía que  le asistía la razón. Su abogado, perro viejo, le conminaba a un acuerdo, antes de que las cosas se desmadraran. Insistía :

– Tener razón, no es razón suficiente…

En algún momento llegó a pensar que su abogado era un pusilánime que rehuía los conflictos por comodidad. Que era un picapleitos sacaperras, no más. Ahora sabía que era él, y no su abogado, el equivocado.

Había sido denunciado torticeramente por violencia de género, había sido detenido al salir del trabajo  y, sin más pruebas que la denuncia,  lo habían enchiquerado. El sabía que era una estratagema de su mujer  para presionar y hacerle daño y tomar ventaja en las cuestiones que planteaba el divorcio, pero de momento, y hasta que el juez decidiera lo contrario, estaba detenido.

En el calabozo olía a humedad y a desamparo.

Él, que creía  en la justicia, no podía entender que la ley pudiera amparar atrocidades así…

 

IV.- TERCERA TESELA.

El viejo era muy temperamental  y cuando echaba cuentas de la miserable pensión que recibía después de todos los años que había cotizado , estallaba :

– El culo “ pelao “ de tanto trabajar para recibir esta porquería.

Si quería calmarse pensaba en otra cosa y se bebía un copazo de anís seco y en paz. Don Juan, el médico, se lo había prohibido, aunque  el viejo, en rigor,  le hacía a Don Juan el caso preciso, no más. Pero aquel día, para colmo,  ya no quedaba anís en la botella. Ni dineros en la cartilla: había subido la luz, habían subido los alimentos…. Mientras el Estado se gastaba ríos de dinero en chiringuitos, administraciones paralelas y autonomías, y en vagos y maleantes…Y en pagar peajes a los vascos , para que le aprobaran los presupuestos. Y a los catalanes .

– Qué bien tiene puesto el apellido el Rufián, ese, murmuró el viejo.

Encima , con esto del Covid, sus hijos no lo iban a visitar en Navidad . Así que  se acordó del Presidente y de sus discursos grandilocuentes y pedantes , de unos meses atrás. Rememoró:

– Hemos derrotado al virus y controlado a la pandemia…

Y se quedó en silencio, ensimismado y, finalmente, en un momento de lucidez, comprendió que todo era razonable:

– ¿ A quién le importamos los viejos ?

Miró a la botella de anís: estaba vacía, seguía vacía….

V.- CUARTA TESELA.-

Iba algo desarrapado, pero su caminar, sereno y firme, demostraban que era un hombre decidido. Tomó el ascensor resueltamente, de modo que no suscitó sospechas en el personal de recepción. Se bajó en la décima planta del hotel. La última parte del tramo de escaleras lo hizo a pie. La puerta de la azotea estaba abierta siempre: bastaba girar el picaporte y acceder a ella.

Desde esa altura se contemplaba la ciudad iluminada y ruidosa. Su vida pasó en imágenes frenéticas por su mente: depresiones, una familia rota, y un Estado ausente con la problemática de de este tipo de enfermos…Para el Estado había otras prioridades “ sanitarias “ : cambios de sexo, por ejemplo.  Un breve salto y se precipitó al vacío. Conforme descendía se sintió aliviado. Algunos transeúntes oyeron un golpe seco en el asfalto. Llamaron  la policía.

El becario que cubrió la noticia en el periódico local habló de la problemática de los suicidios en España. Casi cuatro mil aquel año. El becario quería lucirse: denunció que no había  inversiones , ni sistemas de prevención, ni ayudas para evitarlos. Deslizó que , por el contrario, si había desembolsos y planes para el cambio de sexo…Denunció que sus colegas periodistas, en medios de comunicación potentes, denunciaban otras muertes, otras lacras, y no hablaban de la brutal tasa de suicidios…Apuntó, con ironía, que el día que hubiera un lobby de suicidas que presionara , habría políticas de prevención de suicidios.

El becario terminó su artículo diciendo que los suicidas eran otros inocentes más, despreciados por el Poder.

El becario fue despedido…

VI.- En un horizonte cercano, va despuntando el año 2.022.

Un año que nos va a permitir soñar y luchar con la palabra, siempre con la palabra decidida, rutilante e imbatible, por nuestras ideas. Las cosas pueden cambiarse y el futuro es de los que sueñan y pueden imaginar un futuro mejor, sin miedo ni a nada ni a nadie.

El futuro es, seguramente, del pueblo, de la poesía hecha pueblo.