Calma


En este mundo apresurado, es un tópico hablar de la calma: de que tenemos que sosegarnos, aparcar obsesiones, gozar de lo sencillo...

Volvamos a vivir lentamente , conscientemente

 

 

No hay invierno en tus ojos cuando duermes y el sueño

Nos deja un universo que se acerca a la calma

Y la luz  transfigura la luz en las ventanas

Y una brisa doliente se confunde en la hierba

 

Caracoles pausados avanzan por los muros

Con su calma infinita y su huella viscosa

Todo es lento, templado, como una chicuelina

Que deja en el albero su dibujo invisible.

 

Las nubes han quedado amarradas en el cielo

Y sus sombras no avanzan por la piel de la tierra

Ni tan siquiera agitan los árboles sus ramas

Y los pájaros trinan sus cantos de silencio.

 

Los pasos se detienen , los caminos se acharan

Cansados de ese viaje que aboca a ningún sitio

Las flores han clavado su color  en  las lomas

Y las piedras  se lavan en el cauce del río

 

Hoy la vida no avanza: se para en cada esquina

Mira atrás y sorprende su rostro en un espejo

Y el espejo se agita y tiembla como el agua

Y su faz se confunde y todo torna en nada.

 

Parece que la paz se adueña de nuestros pálpitos