La cruz del Llano


Esta semana tenía pensado escribir sobre otro asunto, pero al ver lo acaecido en Aguilar de la Frontera no he podido resistirme.

El consistorio ha decidido eliminar la cruz del Llano de las Descalzas, ha decidido quitar el símbolo que tanto les molesta. ¿Motivos? Pues que molestaba la visión del convento, declarado monumento BIC. No se lo creen ni ellos.

Cruz de las Descalzas de Aguilar de la Frontera./Foto: LVC

Han eliminado la cruz porque es un símbolo cristiano, es un paso más de la cristianofobia progre, y que amparándose en una nefasta ley de Memoria Histórica, ha quitado una cruz que se erigió en honor de los caídos, pero que no tenía ninguna inscripción que así rezara, ni señal de guerra civil que no sea entonada por esta izquierda de fosas y revanchistas recuerdos.

En Lituania está el Monte de las Cruces, Kryžių kalnas, que ha sobrevivido a los zares y a la Unión Soviética, ya que cada vez que quitaban cruces, incluso quemándolas y convirtiéndolas en chatarra, aparecían de nuevo al día siguiente. La cruz se convirtió en símbolo de revolución, rebelión pacífica que unía a los lituanos. Y es que como dice nuestro obispo, don Demetrio: “Ahí están los sentimientos religiosos, por eso que nadie los toque. O si los toca, que se atenga a las consecuencias. Los cristianos no somos violentos, pero tomamos nota”.

En Polonia, un grupo de políticos ha llevado ante la justicia la retirada del crucifijo del Parlamento porque «viola sus derechos a la libertad de conciencia y de religión», sin embargo, un tribunal de Varsovia ha sentenciado que «no infringe ningún derecho». «Aunque la cruz es un símbolo religioso, no puede ser ignorada su importancia como un símbolo de la identidad nacional y la cultura polaca», e incluso el sindicato Solidaridad se ha mostrado a favor de mantener el crucifijo porque es «un símbolo de la cultura polaca, pero también del cristianismo y la cultura europea». Igual que aquí.

 Nuestros gobernantes parecen querer borrar nuestra identidad cristiana a cualquier precio, encerrarla en las iglesias, suprimir de los colegios y relegar de nuestra vida. Sin embargo, se equivocan pues con esta persecución, con esta opresión, nos están haciendo libres en Cristo, y esto, sin duda, va a crear el efecto contrario por el que los creyentes saldremos victoriosos.

Tú velas en la Cruz, donde clavado
te deja y vergonzoso y dolorido,
más que el odio de un pueblo fementido,
la pesadumbre inmensa del pecado.

de Amós de Escalante