He visto la luz


He visto la luz, bueno… la factura de la luz.

Ha llegado una subida digna de magnates, y todo por usar calefactores cuando más frío hacía. Gracias a Dios puedo afrontar el gasto, pero supone rascarse el bolsillo un poco más.

Cuando Podemos era sólo un aspirante, pregonaba a los siete vientos su intención de rebajar el recibo de las eléctricas, sin embargo, una vez que “ha tocado pelo” se enrosca en excusas y empieza a echar balones fuera e incluso culpa a gobiernos anteriores. Y es que nuestro vicepresidente segundo no es capaz de aceptar ninguna responsabilidad, y mientras los ancianos morían en las residencias, competencia suya, él se dedicaba a ver series en su palacete. Ahora con la luz ha pasado lo mismo, la falta de previsión e incompetencia por parte del gobierno, que venía a arreglarnos la vida, acentúa las incumplidas promesas, entre ellas la bajada de la luz, del marqués de Galapagar.

El bono social, tan pregonado por el ejecutivo, atenaza aún más los hogares vulnerables pues la subida será acentuada en los hogares acogidos a este sistema por estar vinculado el recibo al mercado regulado, es decir, aunque tengan descuento estipulado se incrementará la factura que deben pagar.

El alto consumo por frío, el poco rendimiento de las renovables, la subida del gas y los derechos de emisión de CO2 han ocasionado la tormenta perfecta, perdona Filomena. La tan denostada energía nuclear podría elevar la producción energética de nuestro país, ahora mismo los siete reactores activos producen el 20% de la electricidad consumida en nuestro país. Es una energía limpia, que no produce CO2, y es estable porque no depende de factores meteorológicos. Pero no es progre.

El plan de eficiencia energético de Zapatero, iluminado él pues hace ya once años que lo presentó, pretendía un ahorro para los españoles, y lejos de eso, las centrales eléctricas aún funcionan con carbón, petróleo o gas. Y claro, si Argelia, nuestro mayor suministrador, no puede abastecernos o desvía producción a Asia, se encarece el gas existente y con ello la producción de electricidad. Todo en orden. 

En fin, progres del mundo, los molinos de viento para Don Quijote.