Han roto el Molómetro


Estos cuatro chicos han conseguido algo muy curioso: juntar en sus conciertos al público de su edad, con puretas añorantes del punkpop patrio de los ochenta

No son los nuevos Nikis ni son los viejos Beatles. Carolina Durante es una chavala que existe en la vida real, según parece. Dios la bendiga por haber inspirado a la banda. Espero conocerla algún día.

Estos cuatro chicos han conseguido algo muy curioso: juntar en sus conciertos al público de su edad, con puretas añorantes del punkpop patrio de los ochenta. Hace algunos días tuve ocasión de verlos en la sala Hangar y doy fe de que aquello no fue un concierto, si no una epifanía (“revelación donde los profetas, chamanes, médicos brujos, oráculos o astrónomos interpretan visiones más allá de este mundo”) (el brazo que aparece en la foto, abajo a la izquierda, es mío). Me coloqué en primera fila, frente al guitarra (Mario del Valle) y no me moví en todo el concierto. Me quedé extasiado con su ruidaco. Martín Vallhonrat (ausente en esta ocasión) dejó su sitio a un bajista sustituto que estuvo entusiasta y que, según parece, había tenido solo veinticuatro horas para aprenderse el repertorio. Juan Pedrayes es una apisonadora a la batería. Lleva al grupo en volandas con una solvencia impropia de su edad.

Con respecto a Diego Ibañez, ¿qué podemos decir? Antihéroe con el sueño suficiente para enterrar desde el primer tema a toda la audiencia que nos reunimos allí. El choque de generaciones se hizo patente cuando el pogo pureta que se desató en la pista de baile se hacía incompatible con la actitud más expectante de otro público más joven. Diego trató de mediar desde el escenario y la cosa no pasó a mayores.

Y es que, desde La Noche de los Muertos Vivientes (2017) hasta Casa Kira (2022), estos cuatro chavales nos han hecho disfrutar como desde hace mucho no hacíamos (al menos yo). Como ellos mismos dicen, ya no es normal que los jóvenes hagan rock. Pero además, Los Carolina tienen unas características fundamentales que los hacen diferentes, léase: sentido del humor e incorrección política (gracias).

Mi colega J (heavy-heavy, asiduo a conciertos de metal) que me acompaño al concierto me dijo que no recordaba una tralla como la de esta peña. Enhorabuena de verdad. Esperamos volver a verlos pronto (quizá Madrid o Granada). Definitivamente han roto el Molómetro de El Dragón Suertudo.

Quieran a la gente de su alrededor y les irá mejor. Besos.