Así fue el ‘Crimen de Iznájar’, que llega a juicio esta semana


La vista se dearrollará desde el martes. El hombre de 95 años está acusado de asesinar a su mujer enferma de Alhzeimer

Vista de Iznájar y el embalse, en una imagen de archivo./Foto: LVC guadalquivir
Vista de Iznájar y el embalse, en una imagen de archivo./Foto: LVC
Vista de Iznájar y el embalse, en una imagen de archivo./Foto: LVC
Vista de Iznájar y el embalse, en una imagen de archivo./Foto: LVC

La Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba prevé celebrar desde el martes 27 de abril el juicio con jurado al hombre de unos 95 años de edad acusado de asesinar de 46 puñaladas a su mujer de 86 años, enferma de Alhzeimer, el 29 noviembre de 2019 en la localidad cordobesa de Iznájar. La Fiscalía pide para él una pena de 24 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con el agravante de parentesco.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, el procesado, que está en prisión provisional desde el día siguiente a los hechos, y su mujer llevaban casados 61 años y residían en un domicilio de Iznájar, en el que en la planta superior vivían la hija de ambos y un hijo de ésta, de 25 años.

Al respecto, el 18 de noviembre la víctima ingresó en el Hospital de Cabra por una herida de arma blanca en el tórax, sin descartar que fuera un acto de autolisis, y regresó a la vivienda el 27 de noviembre. A partir de esa fecha, el acusado dormía en el dormitorio de matrimonio y la víctima en uno pequeño de dos camas. Desde la fecha del alta hospitalaria, la mujer no se había levantado de la cama.

En este sentido, el 29 de noviembre, el varón y la mujer se encontraban en el domicilio en compañía de su hija, con quien comió él y tras ello se quedaron un poco dormidos, si bien después el hombre se fue al dormitorio de la víctima y se sentó en la cama de al lado. Entró su hija y el procesado le dijo que prefería quedarse allí «que estaba más calentito», de modo que se tumbó en la cama y ella lo tapó con una manta, para acto seguido marcharse a recoger la cocina.

Sobre las 16:00 horas, el acusado, «a sabiendas de que su mujer no podía moverse de la cama» por la lesión que le llevó al hospital, «lo que mermaba toda posibilidad de defenderse», según detalla el fiscal, supuestamente cogió un cuchillo y, «con intención de acabar con su vida y a sabiendas de que así aumentaba inhumanamente el sufrimiento de la víctima, la apuñaló hasta un total de 46 veces» en distintas partes del cuerpo, a la vez que «presionaba la boca de la víctima para que no gritara».

Ante ello, la mujer, «dada su escasa movilidad y débil estado de salud, no opuso resistencia a su agresor, encontrándose una única herida defensiva en el dedo anular de la mano izquierda», según precisa el Ministerio Público.