El cardenal Semeraro preside este sábado en la Catedral la beatificación de 127 mártires


Monseñor Demetrio Fernández ha asegurado que este sábado 16 de octubre la Diócesis vivirá un acontecimiento "muy grande"

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Miguel Varona, monseñor Demetrio Fernández y Fray Alfonso Ramírez./Foto: BJ
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Miguel Varona, monseñor Demetrio Fernández y Fray Alfonso Ramírez./Foto: BJ

El cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos y delegado pontificio, preside este sábado en la Catedral de Córdoba, a partir de las 11:00 horas, la solemne beatificación de 127 mártires, que fueron víctimas de la persecución religiosa en la Diócesis cordobesa entre 1936 y 1939.

Así lo ha dado a conocer ya el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, junto al director del Secretariado Diocesano para las Causas de los Santos, Miguel Varona, y el postulador de la fase romana de la causa de beatificación de dichos mártires, fray Alfonso Ramírez.

A este respecto, monseñor Demetrio Fernández, ha asegurado que este sábado 16 de octubre la Diócesis vivirá un acontecimiento «muy grande», tanto por la poca frecuencia de estos actos, como por el número de los afectados, y por el rango de la celebración, ya que «es un acontecimiento que se hace con la autoridad y por delegación del Papa Francisco».

Será, según ha subrayado, «un momento de fuerte comunión eclesial con la Iglesia Universal, la Iglesia Celestial y con la Iglesia terrena», aclarando el obispo que, en cualquier caso, «no estamos en guerra, estamos en la glorificación de los que han amado a Jesucristo», que es la «idea fundamental», pues, «si volvemos a la guerra, estaríamos hablando de vencedores y vencidos, y no va de eso» la beatificación de estos mártires.

En consecuencia, «si nos ponemos en la perspectiva cristiana, estamos viendo» a hombres y mujeres «que han sabido amar como a todos nos gustaría«, ya que «son ejemplo de un amor que ha llegado al vértice, que ha sido superlativo, y que ha incluido el perdón a aquellos que los estaban matando», de modo que «los mártires son un ejemplo de cómo se ama hasta la muerte, perdonando».

Por su parte, el postulador diocesano de la causa, Miguel Varona, ha explicado las fases de trabajo que se han llevado a cabo para alcanzar la beatificación de estos 127 mártires, de los que se tiene constancia que han muerto «por odio a la fe».

Su beatificación ha seguido dos fases, la diocesana y la romana. Durante la primera se interrogó a 315 testigos, que aportaron más de 600 declaraciones, todo ello, unido a los documentos recopilados, supuso que el volumen de la causa superara los 16.000 folios, que posteriormente fueron entregados en Roma, dando así por terminada la primera fase.

De explicar las partes de la fase romana se ha encargado, por su lado, fray Alfonso Ramírez, postulador romano de la causa, quien ha reconocido que estaban ante una causa laboriosa, por el volumen de la misma. En esta segunda fase, el martirio tuvo que analizarse en su vertiente material y formal, es decir, el hilo conductor que demuestra que «la persona acepta la muerte perdonando», y que el perseguidor lo hace «por odio a la fe».

La beatificación en cifras

La beatificación de estos 127 mártires de la persecución religiosa en España entre 1936 y 1939 representa el reconocimiento de la Iglesia Universal a las personas que no renunciaron a su fe y a aquellos que llegaron a proclamar su adhesión a Cristo en el momento del martirio.

En la Diócesis de Córdoba, igual que en otras partes de España, «el testimonio de fe de la comunidad cristiana fue muy abundante durante la primera mitad del siglo XX». Esta causa de beatificación, que culminará con el acto del día 16 de octubre, acoge a 115 hombres y 12 mujeres «que murieron con fama de santidad por defender sus principios cristianos y morir perdonando a sus verdugos».

El mayor número de personas martirizadas fueron los sacerdotes y los laicos: 79 sacerdotes y 39 laicos, y junto a ellos cinco seminaristas, tres religiosos y una religiosa serán beatificados en la causa de santidad de «Juan Elías Medina y 126 compañeros más».

Entre los mártires de la persecución religiosa en la Diócesis de Córdoba se encuentran personas de entre 15 y 88 años. El mayor número de fallecidos tenía edades comprendidas entre los 30 y 40 años, un total de 28; cuatro eran menores de 20 años y 13 tenían entre 20 y 30 años. Entre los 40 y 88 años de edad murieron defendiendo su fe 82 personas.

La geografía martirial de esta causa de beatificación se extiende por las provincias de Córdoba, Jaén, Málaga, Ciudad Real, Valencia, Madrid y Badajoz. En la Diócesis de Córdoba, las poblaciones de Puente Genil, Posadas y Cañete de las Torres fueron las más castigadas. En la localidad pontanesa fallecieron 14 personas, mientras que Posadas sufrió la muerte de ocho vecinos y Cañete de las Torres la de siete de ellos.

También diocesanos de Córdoba murieron fuera de Andalucía a causa de su fe entre 1936 y 1939. Así, localidades pacenses como Granja de Torrehermosa, o pueblos de Jaén o Ciudad Real fueron testigos de la muerte de 28 de los 127 mártires que el día 16 de octubre serán beatificados.