Varias realidades paralelas se han dado cita en el Palacio de la Merced, sede de la Diputación Provincial. En una parte del edificio las colas de escolares y jóvenes esperaban para acceder al Festival Eutopía, con cierto orden y mascarilla preceptiva. De vez en cuando debían apartarse para dejar paso a algunos de los coches oficiales que entraban y que acercaban a algunas de las autoridades que han estado en el acto de inauguración de Eutopía.
El la otra parte del edificio, otro tipo de cola más numerosa quizá, aguardaba pacientemente la apertura del Patio del Reloj para asistir a Flora. La media de edad era mucho mayor que justo unos metros más allá. Y algo menos ruidosa. En un lado los sonidos electrónicos de los juegos. En el opuesto, la quietud de la flores que han resultado ganadoras del certamen Flora y que ha correspondido al colectivo danés Tableau.
El desfile de autoridades en el ala norte de la casa palacio – mayoría de color naranja por cuanto la Consejería de Empleo corresponde a la formación de Juan Marín y es la responsable principal de la organización- se mezclaba con los chiquillos que habían llevado de excursión desde algunos colegios, y lo más talluditos que han instalado expositores, o sencillamente se han acomodado en uno de los muchos sillones ergonómicos y galácticos colocados en la entrada y el patio blanco. Porque el gaming es una de las actividades principales de este festival en su vertiente lúdica, aunque el enfoque de estos tres últimos años está dirigido al emprendimiento – también a través de la tecnología- y en realidad es lo que lleva el peso mayor de Eutopía. Se ha regresado a la presencialidad con ganas y a lo grande, por cierto.
Los periodistas se dedicaban a seguir calladamente a la comitiva de autoridades para pillar declaraciones o tomar nota de lo que las autoridades dijesen, pero la muchachada era ajena a todo esto porque la gente joven aún conserva una inocencia feliz alejada de las declaraciones oficiales, la puesta en valor, la colaboración entre administraciones y las apuestas sostenibles de futuro. Si entre las distintas alas del edificio había contraste de público, en el hall cercano al salón de actos aún le notaba más: la creación joven estaba a lo suyo, y los más chicos celebrando la multitud de pantallas y sonidos electrónicos y los cascos de realidad virtual. Algún político uso ese dispositivo. Un político viendo una realidad virtual es como una metáfora en la que no vamos a abundar.
Si el futuro que sirve de lema este año ya está aquí tecnológicamente hablando, Eutopía no solo nos permite jugar en red entre mundos virtuales sino que también presta atención a la gastronomía, las artes escénicas, el podcasting, la moda, el deporte, la música, el doblaje o las mascotas.
Algo destacable también de Eutopía es que reúne en su desarrollo a tres administraciones de diferente signo político: Junta, Diputación y Ayuntamiento. Así lo destacó la consejera de Empleo, cuyo discurso sobre todo se centró en la inserción laboral de los jóvenes y el reto de las nuevas tecnologías.
Esta décimosexta edición del Festival se prologará hasta el 23 de octubre contará con medio centenar de actividades repartidas en diferentes espacios, una edición que supone así mismo la celebración de los 25 años de existencia del Instituto Andaluz de la Juventud.