El Ayuntamiento acaba de licitar la restauración del retablo de la calle Lineros, esquina a Candelaria, por la cantidad de 41.163 euros, IVA incluido y un plazo de ejecución de tres meses. Esta intervención es la tercera que se realiza sobre este elemento después de la retirada del cableado, que tuvo un coste de 32.524 euros, así como del desmontaje de los tres lienzos del altar para su restauración.

Como ha explicado la delegada de Casco Histórico, María Luisa Gómez, va a tener una «adjudicación rápida», por lo que los trabajos comenzará en septiembre. Según la arquitecto Rosa Lara, se va a realizar «una limpieza y estudio más en profundidad de los materiales, consolidar las estructuras que están muy deterioradas, consolidación del soporte y, por último, la capa decorativa».

En este aspecto, Lara ha indicado que por el momento se desconoce el aspecto final que tendrá el retablo, ya que su imagen actual no es la original, «lo que no significa que volvamos al original». Lo que sí ha señalado es que lo que se ve hoy día responde a una restauración realizada por la Diputación Provincial en 1997 con materiales sintéticos para los marmorizados. 

En este proceso de estudio, según Rosa Lara, «veremos sin reproducimos esta imagen con otros materiales adecuados o volvemos a un aspecto más sencillo, más plano», que es el que aparece en las fotografías anteriores a la destrucción que sufrió el 11 de mayo de 1931, cuando ardieron conventos e iglesias en España. 

María Luisa Gómez ha explicado que la Delegación de Casco Histórico está pendiente de la autorización de la Junta de Andalucía para intervenir en este retablo, así como para que autorice que los tres cuadros que pintó Rafael Díaz Peno en 1937 puedan ser sustituidos por reproducciones digitales y así evitar daños ante un posible caso de vandalismo.