Beatriz Caro, empresaria y coordinadora de eventos: “Siempre nos estamos reinventando. En nuestro sector es reinventarse o morir”


Beatriz Caro / Foto: LVC

Confiesa que tiene una vida” un tanto caótica” que, entre semana, transcurre en el AVE Córdoba Madrid. A veces vive en Córdoba, y otras en Ciudad Real, pero ese trajín le compensa porque además de compaginar su vida familiar puede dedicarse en cuerpo y alma a lo que más le apasiona: ser empresaria. Beatriz Caro (Écija, Sevilla, 1985) es la directora de cuentas de IPRO Organización, empresa dedicada a la organización de eventos y la publicidad, pero hoy no ha venido a hablarnos de su libro, sino de una interesante iniciativa altruista y solidaria que es Córdoba en Red, una plataforma que ha nacido con el objetivo de ser un enlace entre empresas de toda la provincia y los cordobeses. Pequeñas y medianas empresas y comercios que siguen asistiendo a los ciudadanos en este periodo de confinamiento, en muchos caos por suponer un servicio esencial, y que nunca se habían establecido – ni acercado- al terreno digital. Como buena profesional del marketing Beatriz detectó la necesidad, y esta plataforma ha sido el resultado.

  – ¿Cómo surge la idea de Córdoba en Red?

Sencillo, por deformación profesional.

En los primeros días de confinamiento, encontrabas: supermercados llenos y estanterías vacías; tiendas de alimentación de barrio que tiraban género y ofrecían nuevos servicios. Autónomos que no podían abrir al público pero tampoco podían soportar cerrar y en el lado contrario, las agencias de transportes desbordadas por el incremento de las ventas en internet.

Sentíamos gran impotencia porque podíamos tocar al consumidor y sabíamos que con una buena estrategia, este llegaría a la tienda. Lo analizamos: digitalización y una buena campaña de comercio de cercanía. Y se necesitaba una solución ya.

Un día me descubrí preguntando por “mi frutero” porque no tenía su teléfono y les comenté a las compañeras que estaba a punto de ir al super a comprar la fruta. Y aquí surgió: nos dimos cuenta de que si facilitábamos a los clientes encontrar los comercios de manera unificada, esos mismos que hacían colas, iban a acudir a sus tiendas cercanas.

Ahora quedaba un nuevo reto, el canal, pero aquí lo tuvimos claro desde el principio. Como trabajamos en este campo, teníamos recursos para montar una web de forma rápida y darla a conocer a través de redes y de los medios de comunicación. Entonces, ¿cómo quedarnos de brazos cruzados habiendo detectado el problema y teniendo los recursos para aportar una solución? Así, decidimos crear cordobaenred.com. Una plataforma que facilita la búsqueda de productos por ubicación y tipo de establecimiento, y que a su vez es un escaparate para los comercios.

 -Los pequeños comerciantes miraban de reojo la digitalización. Al final no ha sido el mercado, sino una pandemia, la que les va a hacer cambiar de parecer.

El comercio minorista ya tenía claro que su competidor estaba en internet. Otra cuestión es que, a pesar de ser conscientes de la necesidad, este proyecto lo hayan ido postergando por cuestiones más inmediatas.

También es entendible. Es sencillo invertir en una bonita tienda donde compruebas de inmediato si llama la atención del viandante y entra, es más complicado apostar por una inversión en la que no ves al cliente y el retorno no es inminente. 

Por esto creo que lo correcto no es decir que van a cambiar de parecer. Estamos viendo que van a apostar de forma inmediata por esta comercialización que hasta ahora, no habían puesto en práctica y que hoy, para muchos comercios, supone la única vía de venta.

Nos dimos cuenta de que si facilitábamos a los clientes encontrar los comercios de manera unificada, esos mismos que hacían colas, iban a acudir a sus tiendas cercanas.

– Es cierto que en muchos casos adaptarse al mundo on-line puede suponer un gasto que bastantes pequeños comerciantes no se pueden permitir, pero si algo nos ha demostrado Internet es que todo está a nuestro alcance y en muchos casos completamente gratis.

Depende. Si quieres hacer una campaña como una gran marca, pues obviamente serán muchos quienes no se lo puedan permitir. Igual hay que ser un poco menos soñador y buscar soluciones intermedias.

Primero vivimos en el apartamento que sería como comenzar con una buena gestión de redes -a través de las cuales también se puede vender-, e ir reinvirtiendo el beneficio de la subida de ventas hasta que podamos comprar la mansión, que sería la web. Así aplicado a todo. Lo que quiero decir con ello es que con poco presupuesto, bien dirigido, también se pueden hacer grandes cosas.

Nos estamos equivocando si pensamos que no podemos digitalizarnos si no implementamos procesos o productos como hacen las grandes marcas. Por supuesto que debemos fijarnos en ellas y aprender, pero también tenemos que conocer nuestras limitaciones y trazar la mejor estrategia para generar el mayor valor con lo que disponemos. Esta es la única manera de tener éxito en el mundo on-line.

No podemos dejarnos arrastrar por la cultura del todo gratis. Es cierto que hay servicios que son gratuitos pero si queremos un servicio de calidad, este acaba teniendo un coste o bien monetario, o bien en horas de trabajo y formación.

Beatriz Caro / Foto: LVC

 

– Esta plataforma es gratuita pero creo que para ustedes ya está suponiendo un beneficio humano en cuanto a resultados.

Efectivamente. No sabes lo bien que te sientes cuando te llama un comerciante para darte las gracias porque han contactado con él dos clientes nuevos a través de la web. O te llama la panadera para decirte que le ha llevado el pan a un señor que no era cliente pero vivía en su misma calle. Es una gran recompensa, la verdad.

También he de decir que ha sido una agradable sorpresa la repercusión que ha tenido. El primer día de funcionamiento superamos las 8.000 visitas. Si fuera una web de venta, habríamos tenido más de 100 pedidos solo ese día. Teniendo en cuenta que aquí el tráfico que llega no tiene tasa de abandono y sólo se dirige por la necesidad de encontrar un contacto, son unas cifras realmente increíbles. A nivel profesional también esto supone una gran recompensa.

– Háblenos de los proyectos que en marzo se le cayeron de golpe. ¿Cómo se afronta eso?

¿Afrontar? Bueno… es un cambio de juego. La planificación que has proyectado desde el año anterior, te levantas un día y no sirve para nada. Este año no teníamos buenas perspectivas, este año habíamos doblado los contratos del año anterior en el primer trimestre. Con esto nos consolidábamos en Andalucía y nos reafirmábamos en Madrid. Imagina.

Durante dos días se fueron sucediendo los aplazamientos de campañas y las cancelaciones de eventos, pero no lo terminas de digerir. En la segunda tarde, se comenzó a hablar de ERTES en televisión y ahí entré en bucle. Al día siguiente me di cuenta de que había que crecer con el trabajo que nos quedaba y había que tomar decisiones. Cambio de juego. 

Sinceramente ya no me planteo si lo he afrontado o no. No pierdo el tiempo en eso. Lo que sí, de vez en cuando, como todos, pienso sin querer en lo que pudo ser y lo que hemos luchado para que fuera y no sabemos si será.

– Mantienen a la plantilla, por cierto, solo de mujeres. No quiero ni deseo parecer machista: ustedes son más pragmáticas y resistentes.

Yo pienso que hay mujeres pragmáticas y resistentes en la misma cantidad de hombres. Lo que sé es que esta fórmula nos funciona. Hemos conseguido engendrar un equipo de estupendos profesionales que se sustenta en la confianza y la dedicación, pero sobre todo, en que nos apasiona lo que hacemos, y eso se nota. 

– Una empresa vinculada profesionalmente en muchos casos a los eventos públicos, ante el panorama de relaciones sociales que se nos avecina ¿tiene que reinventarse?

Las agencias siempre nos estamos reinventando. En nuestro sector es reinventarse o morir.

No tenemos dos proyectos iguales y esto nos hace que tengamos que estudiar de manera constante, aprender y estar al día de las últimas tendencias para poder valorarlas y aplicar las que mejor se adapten a los resultados que queremos conseguir. 

Como ejemplo, ya hemos visto que los webinars, los streamings y similares se han popularizado. En nuestro caso llevamos trabajando con estas herramientas desde hace tiempo. Es cierto que, si antes eran un complemento, ahora la industria de los eventos los va a percibir como algo imprescindible. Antes era tendencia y ahora es parte de la solución.

Hemos visto que los webinars, los streamings y similares se han popularizado. En nuestro caso llevamos trabajando con estas herramientas desde hace tiempo.

Beatriz Caro / Foto: LVC

– ¿La experiencia de ‘Córdoba en Red’ supone un ejemplo de lo que serán las relaciones comerciales y profesionales dentro de poco o piensa que esto, cuando se normalice, se olvide?

Parte pasará y parte quedará. Nuestra forma de comunicarnos va a cambiar. Pero hay que tener en cuenta que el intercambio humano es necesario, sobre todo en nuestra cultura. Pero es cierto que la profundidad de los cambios dependerá de cómo se enfoque a nivel institucional y a nivel comercial.

Las empresas se van a digitalizar, eso es innegable. Y el que no lo haga, se quedará sin una parte importante del pastel y no aventuro que sobreviva.

Antes la impronta de una persona que emprendía un negocio al público tenía que estar muy presente. Iban a buscarle a él, su cercanía, su sello personal. Ahora esa cercanía física vamos a tener que trasladarla a los medios digitales. Sentir la proximidad del negocio a pesar de estar en un medio digital va a ser el gran reto que se nos va a presentar. Esa presencia física intangible, debe aplicar a todo el canal, desde la web, a las comunicaciones, pasando por el envío físico como puede ser el packaging, que transmitan una gestión humana en la logística. 

– Llevamos más de un mes confinados y con malas noticias. Usted desprende optimismo: contágienos.

Mi generación salía al mercado laboral al comienzo de la última crisis. Para una parte importante la incorporación al trabajo ha sido muy tardía. Ahora que empezábamos a estabilizarnos, nos volvemos a encontrar ante una nueva crisis y en todas siempre he escuchado lo mismo, que no se ha vivido ninguna otra igual. Esto debería desmoralizar a cualquiera, pero oye, aquí seguimos.

Soy una persona muy social y me encanta estar en la calle, pero ahora, como a todos, me toca estar en casa. Los problemas se han acumulado, pero preocupándote por ellos no solucionas nada. Hay que ocuparse de ellos y para esto se necesita estar bien anímicamente. Por esto, en ningún momento me he permitido desmoralizarme más de un rato (y corto), ni quedarme un solo día en la cama. Esas actitudes no nos conducen a nada positivo.

Los problemas se han acumulado, pero preocupándote por ellos no solucionas nada. Hay que ocuparse de ellos.

Lo que sí he hecho es ir afrontando las situaciones según han ido llegando y me he propuesto seguir haciéndolo así, ni antes ni después. Tenemos que tener claro que todo lo que conocíamos hasta ahora va a cambiar y tenemos que aprender a adaptarnos de nuevo. Esto no es negativo, al contrario, es algo positivo porque vamos a tener un nuevo mundo que explorar. Dicen que las crisis son oportunidades.  

Esto que nos está ocurriendo nos está dando grandes lecciones. La semana pasada me decía la hija de una amiga que habían estado hablando de que los viajes, los juegos en la calle, el ir al cole, que todo, había que disfrutarlo en el momento. También le dije que había que disfrutar el estar en casa, tener tiempo para hacer aquello que nunca puedes, disfrutar de la convivencia,… y sobre todo, recargar fuerzas para cuando salgamos de casa, luchar más y mejor, porque esto no nos va a parar.