El coronavirus no se propaga de igual manera en todos los ámbitos de la sociedad. Ni siquiera parece hacerlo en los que son de un estilo similar. Sirva como ejemplo lo sucedido -y no- en tres locales de ocio nocturno de la capital cordobesa: La Posada de Babylonia, Góngora Gran Café y Sojo Mercado.

En el primero de ellos saltaban todas las alarmas el pasado 16 de julio, cuando se conocía una circular interna del Colegio Almedina. Una supuesta fiesta, de la que el centro educativo se desvinculó (pese a que las autoridades siempre señalaron una celebración como origen de los contagios de coronavirus), dio lugar a un brote que superó ampliamente el centenar de positivos. 

Tras el comunicado del colegio el foco se puso en el Babylonia, mientras se emitía hasta un bando municipal para que quienes pasaron por el local se sometieran al PCR de rigor (mucho más accesible en este caso que solicitándolo a Salud Responde). Es más, pasado el fin de semana se convocó una rueda de prensa para hacer un llamamiento al aislamiento de los asistentes, a la que asistieron los responsables de la administración autonómica y los sanitarios del Reina Sofía y Atención Primaria.

De la “voluntad propia” del Góngora al cierre cautelar del Sojo

En esos mismos días, Góngora emitía un comunicado en el que los encargados de la empresa anunciaban su decisión de cesar la “actividad temporalmente por voluntad propia, con la única intención de aportar nuestro grano de arena en la lucha contra esta situación que lamentablemente vivimos”.

Cuando la situación parecía haberse reconducido, el 13 de agosto se conocían los 3 positivos de trabajadores (los únicos oficiales hasta la fecha) en Sojo Mercado. La fecha no es baladí, puesto que coincidió con el anuncio, por parte de la Junta de Andalucía, de que el parte diario oficial de la Consejería de Salud y Familias ya no incluiría la información relativa a los brotes de coronavirus, que en adelante se ofrecería una vez en semana, a excepción de aquellos que desde la administración se considerasen lo suficientemente relevantes.

Desde Sojo Mercado anunciaban el cierre y señalaban que el mismo “no afecta en modo alguno a la zona gastronómica del Mercado Victoria, la cual no ha tenido ningún afectado” por coronavirus. No obstante, animaban a los clientes que pasaron por sus instalaciones “desde el jueves 6 de agosto hasta el 12 de agosto, a ponerse en contacto con Salud Responde para establecer el contacto y la necesidad o no de realización de prueba PCR”. 

Entre tanto, desde la administración se aseguró no tener constancia de los casos, en un principio. Si bien, al día siguiente la Delegación territorial de Salud y Familias de la Junta de Andalucía en Córdoba “acaba de adoptar medida cautelar de cese de actividad del establecimiento Sojo Café Mercado hasta control del brote, tras la investigación epidemiológica y de verificación del cumplimiento de normativa vigente que le sea aplicable”. Esto apuntando -no sin ambigüedad- que “se decreta cierre cuando hay constancia o estudio de cumplimiento de normativa”.

Desde entonces, el silencio oficial solo fue interrumpido por unas declaraciones del alcalde, José María Bellido, el pasado domingo, en las que señalaba que no había novedades significativas. Y puntualizaba que “ese espacio no es exactamente cubierto, con lo cual parece que ha podido ayudar a que no tengamos un problema tan grave como el que tuvimos en el primer brote” de coronavirus, en referencia al del Babylonia.

El hecho de que  el resto de las instalaciones en el Mercado también estén al aire  libre parece haber sido capital para que ni haya habido más contagios ni se haya puesto el foco en el establecimiento como se hizo en el caso del Babylonia y del Colegio Almedina.