Se les rompió el amor, se “quebró el respeto hacia Vox por parte del presidente del Partido Popular” y tendrá consecuencias a la hora de negociar los presupuestos de Andalucía. Para empezar hoy estaba fijada una reunión entre los responsables del ejecutivo de PP y Cs con los de Vox y no se ha celebrado, “inicialmente por una cuestión de tiempo. Tras una semana de mucho trabajo en el Parlamento”. 

Así lo ha excusado el portavoz de Vox en la cámara autonómica, Alejandro Hernández, quien, eso sí, no ha ocultado que “la intervención del señor Casado en el Congreso (votando no a la moción de censura presentada por Santiago Abascal) no puede sino suponer la apertura de una serie de interrogantes e incertidumbres, que nos lleva a un nuevo tiempo en nuestras relaciones con el Partido Popular”.

Y es que el se ha roto la “afabilidad”, según Hernández, que ha señalado que el presidente de los populares ha realizado un “discurso con calificativos hacia Vox, que no se diferencian en nada de los que profieren Podemos, PSOE e incluso los grupos golpistas de Cataluña y de las Vascongadas”. Una afirmación categórica que, probablemente, también comparta el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha catalogado de “brillante” la intervención de un Casado, que ha sido reconocido por la mayoría de las fuerzas a la izquierda y extrema izquierda de una formación que ahora busca “reocupar” la centralidad política, mientras depende de Vox en Andalucía, Murcia y Madrid.

Se abren las hostilidades

“Parece que Vox tiene que pedir permiso al PP para existir”, ha afirmado Hernández para corroborar que la guerra ha comenzado. Y lo ha adornado con otra frase lapidaria: “Pese a todo lo dicho por el señor Casado, son muchos los andaluces y los españoles que piensan que está gobernando la izquierda por culpa del PP; con su Gürtel, con su Kitchen, con su Luis Fuerte y con otras historias similares”. Ha recordado la reciente sentencia del Supremo y ha ironizado que, “de eso no se hablado esta semana, gracias a la moción de censura. Ni siquiera eso ha sido capaz de agradecérnoslo el señor Casado”.

Un nuevo escenario 

Hernández ha lamentado lo que considera “ataques personales a Santiago Abascal” de Casado en su discurso y se ha felicitado por la elegancia de su líder nacional al “no entrar al trapo”. 

“Vox no es esa fuerza ultra, radical, populista, xenófoba y franquista que son los epítetos que, directa o indirectamente, nos ha dedicado en su discurso. Y, si lo fuera, qué hace el PP pidiendo nuestra colaboración y nuestros votos”, se ha preguntado el diputado autonómico de Vox.

Hernández ha aseverado que “estamos en un nuevo escenario en el que se ha roto la confianza mutua y la cordialidad, que hasta la fecha venía rigiendo nuestras relaciones”. Si bien, ha tranquilizado al defender que “los andaluces no tienen que pagar la inquina y la torpeza de unos dirigentes populares que desprecian a Vox del mismo modo que desprecian a Andalucía”.

Pero siempre -valga la reduncia hay un “pero” y ese no es otro que “las negociaciones en materia presupuestaria tienen que ser replanteadas”. Ya que, según Hernández “no podemos consentir que se falte al respeto a nuestros votantes”. 

¿Qué sucederá en Andalucía?

“Todo es posible en esta nueva situación, hasta que el Gobierno de la Junta tenga que pactar estos presupuestos con sus nuevos compañeros del cordón sanitario a Vox”, ha advertido el portavoz de Vox. Quien ha detallado que “no vamos a modificar nuestras exigencias, el relato es el mismo, pero ello no impide que seamos inflexibles en la reivindicación y cumplimiento de todos y cada uno de los pactos presupuestarios ya suscritos”. Un aviso que, “desde esta perspectiva de quiebra del respeto hacia Vox del presidente del PP, también estamos obligados a exigir con mayor rigor nuestras nuevas peticiones”.