» A mí me resulta insultante la imagen que se dio ayer en el Congreso teniendo en cuenta a la gente a la que se le han acabado los ERTEs de fuerza mayor». Lola de Toro, abogada laboralista, tiene sobre su mesa demasiados expedientes como para medir  con precisión gran parte de la situación real que se vive en la calle, que considera alejada de lo que se plantea en el Congreso de los Diputados donde ayer no prosperó la moción de censura de VOX. Lola es de las que piensan que no era el momento de plantearla, opinión mayoritaria en el Coro de esta semana que han formado, además de la letrada, Paula Badanelli, portavoz de VOX en el ayuntamiento de Córdoba; Natividad Gavira, delegada diocesana de medios del obispado cordobés y Teresa Velasco, profesora de Derecho Laboral de la Universidad Loyola.

Si bien es cierto que la jornada daba para hablar, entre otras cosas, de las recientemente aprobadas ordenanzas fiscales, lo ocurrido ayer en el Congreso, y sobre todo, el duro discurso de Pablo Casado contra VOX y Santiago Abascal merecía nuestra atención.

«El PP ha decidido separarse de VOX. Estaba viendo cómo le estaba comiendo terreno en las encuestas y ahora ha cerrado con Sánchez una estrategia, un giro al centro». Badanelli está particularmente afectada por el discurso de Casado y por la actitud o estrategia de los populares. «Ayer mismo ayudó al PP a aprobar la bajada de tasas», nos recuerda, y aunque una cosa son los discursos madrileños y otra los locales, lo que está claro es que puede haber un antes y un después en los apoyos que el PP recibe de VOX en diferentes administraciones, entre ellas la Junta de Andalucía, como también ayer dejó claro el portavoz de VOX en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández.

Pero volvamos a la otra realidad, la que va más allá de la política. «La ideología ahora mismo no es un bien al que estemos llamados», dice Natividad Gavira. «Nos toca arrimar el hombro, convencernos de dejar en el armario los prejuicios que nos separan del otro e intentar un camino común, añade la periodista. 

Las nuevas medidas de la Junta contra los contagios

«¿Que cierren los bares y que no aumenten los recursos en sanidad? Por mucho que cueste aumentar los recursos sanitarios siempre saldrá más barato que hundir las empresas». Es lo que opina Teresa Velasco, casi de manera unánime con el resto de contertulias, que «no todo esto no tiene ni pies ni cabeza». «Estamos llevando a la gente a una situación límite», añade Badanelli. 

«Estamos asumiendo lo que en una época normal sería una pena privativa de libertad tras una condena judicial por la comisión de un delito», sostiene Lola de Toro. «Tan tranquilamente, sin protestar y simplemente por la mera sospecha de haber estado en contacto con un positivo», añade la letrada, que se suma así a la opinión de otros compañeros suyos que ven como  se nos coartan derechos fundamentales y espacios de libertad, con la callada aceptación de la ciudadanía. 

Un Coro el de esta semana marcado por esa ‘ruptura amorosa’ – si es que alguna vez la hubo- entre dos partidos constitucionalistas y a priori con una misma idea democrática de España, que ponen así en bandeja a los gestores de la pandemia que además nos lleven a donde su ideológica hoja de ruta nos quiere colocar. 

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