La evolución de la pandemia del coronavirus en la provincia de Córdoba comienza a arrojar datos que, con la experiencia vivida durante los últimos 20 meses, podrían catalogarse de preocupantes.

Y es que, tras un final de verano y un otoño en que la bajada de la incidencia del virus ha bajado su impacto de una manera sobresaliente (de hecho la ‘nueva normalidad’ lleva bastantes semanas en vigor), la tendencia parece estar cambiando y podríamos estar en la antesala de la sexta ola.

Las cifras del coronavirus ofrecidas en la última semana (del sábado 30 de octubre al sábado 6 de noviembre) por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía así lo atestiguan. De modo que la primera en llamar la atención es la de nuevos contagios, que el 30 de octubre era de 35 y este 6 de noviembre tenía un pico de 59 en Córdoba. Un número ya considerable.

El dato más evidente de este repunte se halla en el de las personas hospitalizadas, que hace una semana estaba en su suelo, con 7 ingresados en los hospitales cordobeses, mientras que ayer era de 19. Esto es, 12 pacientes más en un corto espacio de tiempo. 

En cuanto a la incidencia acumulada del coronavirus, la progresión de la tasa entre el viernes 29 de octubre y el viernes 5 de noviembre ha sido notable. Según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), se ha pasado de 35,7 a 41,5. La provincia de Córdoba se encamina hacia el nivel de riesgo medio, que se sitúa en 50.

Por contra, el apartado más positivo es ahora mismo el número de fallecimientos, que ha sido solo uno en la última semana. Al igual que los pacientes en UCI, que asciende a una persona.