IU denuncia que las declaraciones del ministro Garzón han sido manipuladas


Responden a la solicitud de dimisión que el presidente de Asaja Córdoba realizó tras una entrevista a Garzón en el diario británico The Guardian

Agricultura Gobierno
Ganadería./Foto: LVC

Al final la culpa es del traductor, aunque en Izquierda Unida además entienden que ha habido manipulación interesada. Así se ha manifestado el coordinador provincial de esta formación en Córdoba, Sebastián Pérez, que ha recomendado al presidente de Asaja Córdoba que “aprenda inglés” y “deje de hacer el ridículo» por «tergiversar» las palabras del ministro de Consumo Alberto Garzón en una entrevista en el diario británico The Guardian en la que se refirió a las macrogranjas como centros de maltrato animal y de exportación de carne de mala calidad

En la misma entrevista, Garzón defiende la ganadería extensiva como modelo sostenible y resalta a algunas comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, como ejemplo de este tipo de ganadería. En la pieza se puede leer: » Extensive farming is an environmentally sustainable means of cattle farming and one that has a lot of heft in parts of Spain such as Asturias, parts of Castilla y León, Andalucía and Extremadura»,( «La ganadería extensiva es un medio de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho peso en partes de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura») para a continuación abordar el tema de las macrogranjas, que ha sido el punto polémico de dichas declaraciones para los ganaderos y agricultores españoles. En concreto, y según recoge The Guardian, Garzón manifiesta a continuación de lo anteriormente dicho que “That is sustainable; what isn’t at all sustainable is these so-called mega-farms … They find a village in a depopulated bit of Spain and put in 4,000, or 5,000, or 10,000 head of cattle. They pollute the soil, they pollute the water and then they export this poor quality meat from these ill-treated animals.”( «Eso es sostenible; lo que no es en absoluto sostenible son las llamadas mega-granjas … Encuentran un pueblo en un pedacito despoblado de España y ponen 4.000, o 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados»). No especifica quienes son los artífices de tales prácticas, en una entrevista cargada de las habituales soflamas contra el consumo de carne y su relación con el cambio climático. 

En Izquierda Unida han sacado la estrategia de manual para defender a su ministro y apuntan a «la derecha y la patronal». El coordinador provincial de IU ha afirmado que “ante evidencias científicas como las que defiende el Ministerio de Consumo, la derecha y la patronal sacan toda su artillería sin más objetivo que desgastar a un Gobierno que trata de favorecer un sistema respetuoso con el medio ambiente, más justo y generador de riqueza, también en lo que respecta al sector ganadero”. 

Las evidencias científicas en cualquier caso son relativas. De hecho forman parte muchas de ellas más de un discurso político que netamente científico. Al respecto hay opiniones también científicas que señalan justo lo contrario que defiende el ministro con eslóganes y campañas en redes sociales. El endocrinólogo cordobés Antonio Escribano es uno de ellos cuando recientemente hablaba respecto la acusación que recae sobre los consumidores de carne: “El impacto de la ganadería y los herbívoros es mínimo pero se le hace responsable. Lo cierto es que el metano  producido por las vacas es circular y no se acumula”. Sobre ello sostiene que “el consumo de carne en cualquier edad es fundamental”.