José María Figaredo, diputado de VOX: “ Las políticas de los gobiernos de España han sido dirigidas a crear una sociedad manipulable y dependiente”


El asturiano visita Córdoba para interesarse por el comercio local y mantener un encuentro con jóvenes

José María Figaredo / Foto: LVC

El José María Figaredo (Gijón,1988) que llega apresurado a la céntrica cafetería cordobesa donde va a comer con compañeros del partido no se parece mucho al impecablemente vestido que vemos sobre la tribuna del Congreso de los Diputados. Vaqueros, camisa por fuera, un jersey sencillo y un barbour de batalla. Es un chavalote. Del norte. Está en el sur porque aunque oficialmente quiere conocer sobre el terreno la actividad empresarial y comercial de esta tierra, extraoficialmente soplan vientos preelectorales en Andalucía y esto también hay que tenerlo en cuenta. A Figaredo es fácil encontrárselo en un mensaje de Whatsapp o en las redes, en formato Youtube, porque alguien ha compartido alguna de sus incisivas y brillantes intervenciones en el parlamento. Dice cosas. Cosas que hasta ahora no se solían decir con la claridad y la frescura que no solo tiene el diputado asturiano sino también el partido en el que milita. Que por otro lado es la tónica general de VOX y seguramente gran parte de su éxito traducido en representación y en datos de  últimas encuestas -todas lo son- muy favorables. 

José María Figaredo, abogado y licenciado en ADE, ha estado recorriendo comercios y empresas en Córdoba, tiene un curso en línea a las cuatro de la tarde y un encuentro con jóvenes en un establecimiento de la Judería. Y una energía envidiable.  Los jóvenes, a pesar del adoctrinamiento masivo  que sufren desde Netflix o el instituto y las facultades, simpatizan en gran número con VOX – dicen los politólogos y las afiliaciones-  porque igual se huelen la tostada que ahora va a untar Figaredo durante la entrevista: «los quieren sumisos, pobres y sin identidad». Hay una España (a la que los altavoces etiquetan y desprecian continuamente) que madruga, como este joven diputado, y que todavía no ha tenido, ni muchísimo menos, la última palabra. José María Figaredo es uno de los que le dan voz a esa gente en el Congreso.

José María Figaredo / Foto: LVC

¿Y cuanto ha madrugado usted para venir a Córdoba?

Hoy lo justo y necesario. Hace unos días estaba a las seis metido en un tren camino de Jaén, con lo cual  el despertador sonó a las cinco. 

Mucha de la España que madruga es gente joven.

Bueno, la que puede, porque lo que estamos viendo en esta experiencia es que hay un sector muy importante de la juventud de España que, aun queriendo, no puede trabajar. Nos encontramos con que el paro juvenil en España en proporción es muy superior al desempleo respecto a otras edades. La población, hasta los 35 años, padece tasas de paro muy elevadas. En Asturias, por ejemplo, está en torno al 47% y el otro día en Jaén supe que la tasa de desempleo juvenil esta en un 40% aproximadamente. Vemos, por tanto, que la juventud de España, aun queriendo, no puede madrugar. Porque no hay trabajo.

Recientes estudios sociológicos dicen que la juventud española muestra una actitud de distanciamiento y desafección por la política, aunque contrariamente muestran más interés por la misma, sobre todo a la hora de participar en redes sociales. 

Es lógico que la juventud sienta desafección por la política española porque hasta ahora la política española ha sido una auténtica farsa. Nos encontramos al final con dos partidos que ejercen la alternancia en los gobiernos y que lanzan promesas que sistemáticamente incumplen, una detrás de otra. Además lo que ven los jóvenes es que en España se está produciendo un lento declive; que sus padres, casi de forma sistemática, vivieron y tuvieron más oportunidades de las que tienen ellos. A día de hoy los jóvenes tienen imposible adquirir una vivienda, pagar un coche, hacer frente a los estudios, permitirse tener hijos, o tener un trabajo estable. Son grandísimas dificultades para mantener la estabilidad en una vida normal. Esas dificultades las ha provocado la política tradicional que ha habido en España, y lo que es peor: las avalan ahora con esa Agenda 2030 que lo dice abiertamente. “No tendrás nada y serás feliz”. O sea, ya se han quitado la careta y nos lo dicen abiertamente. Nos dicen que ya no vamos a tener un piso ¿Para qué? nI vamos a tener coche, que vamos a depender del alquiler y demás. Siempre dependiendo de terceros. Y lo que ocurre es que lo que no quieren es que tengamos nuestra independencia. Por eso, creo, la juventud está tan desafecta, desengañada y tan distanciada de la política española hasta ahora. Porque lo que vemos en VOX es que el principal caladero de votos viene, sobre todo, de las cotas más jóvenes del electorado. Es más; vemos que muchos jóvenes que aun no están en edad de votar sienten una gran simpatía y afinidad con VOX, y que son en parte alguno de esos músculos que nos impulsan. 

Esos mismos estudios señalan que los partidos nuevos  se nutren de la disconformidad de la gente joven. Le ha pasado a Podemos, le ocurrió a Ciudadanos y ahora es VOX quien recibe el voto joven.

Tiene cierta lógica que la proporción de votos que se produce en España se refleje, con ligeros matices, en todos los sectores de edad. O sea, si un año el partido ‘equis’ obtiene la mayoría absoluta, es probable que alcance esa mayoría absoluta en todos los tramos de edad. Puede haber ligeras oscilaciones hacia un sitio o hacia otro, y nosotros lo que decimos es que esas oscilaciones se acentúan,  en el caso de VOX, en las cotas más jóvenes de votantes. La realidad es que la juventud está desencantada con la política tradicional. Por eso ponen grandes esperanzas en los partidos nuevos que surgen. Pero también son ágiles y rápidos para abandonar a aquellos que les traicionan. Podemos se ha revelado como un partido mentiroso, ladrón, fraudulento, colaboracionista con el comunismo y las dictaduras más abyectas – desde Irán hasta las iberoamericanas- , cuestiones que son absolutamente inaceptables. Y además de eso se han revelado como un partido que es incapaz de hacer absolutamente nada, más que colocar a los suyos en determinados organismos de poder o simplemente para cobrar. Ya me dirán ustedes si Irene Montero no es la inutilidad hecha ministerio. No sirve absolutamente para nada más que para repartir dinero a sus colegas. Yolanda Díaz; una ministra de Trabajo que viene y dice que “Estamos haciendo cosas chulísimas” ¿Eso es lo que nos tiene que ofrecer Podemos? Eso la juventud lo ve, por supuesto. Y al final Podemos se quedará relegado a lo que eran ,los comunistas en España, que era un pequeño reducto del electorado que votaba a IU. Aquí en Córdoba lo habéis padecido durante muchos años. Quedarán en una opción marginal. Y Ciudadanos lo mismo. Se ha revelado como un partido sin ideología de ningún tipo. Un partido que simplemente estaba destinado a captar votos  como fuera.  Es la misma política que han seguido los dos partidos tradicionales, que es amoldar su discurso a lo que creen que el votante espera.

VOX sin embargo tiene un discurso claro, objetivo , con una dirección absolutamente marcada. Y con esa dirección quien se quiera subir al tren, que se suba. Decíamos lo mismo en 2014 y 2015 sin tener representación que lo que decimos ahora: España, esfuerzo, trabajo, madrugar… y que se nos permita hacerlo, que el Estado quite sus sucias manos de nuestros bolsillos, de nuestros hijos, de nuestras ideas. Pedimos el desarrollo normal de la familia y la sociedad, que debería ser libre, incluso estimulado, y no manipuladas como lo está por la administración pública. 

VOX tiene un discurso claro, objetivo , con una dirección absolutamente marcada. Y con esa dirección quien se quiera subir al tren, que se suba.

El discurso de VOX se dirige hacia la recuperación de valores que parecen perdidos e incluso desconocidos por los más jóvenes. Los medios de comunicación y entretenimiento, o el sistema educativo, comparten consignas progres y fomentadas desde hace años que han calado, desde luego. 

Las políticas de los gobiernos de España han sido dirigidas a crear una sociedad manipulable y dependiente. Y para eso se han empleado muy a fondo. Se emplean en disolver a la familia. Las familias cada día están más maltratadas. A quien construye y forma una familia se le mira mal. Se le ataca. Nos venden el aborto como si fuese un derecho y presionan para incentivarlo aún más. A quien, mediante un discurso libre y sin perjudicar a nadie, quiere disuadir del aborto, se le ataca, persigue y criminaliza. Con la educación ocurre lo mismo. Tratan de evitar que las personas, mediante la familia, tengamos a nuestro alrededor anclajes fuertes, que nos otorguen una ideología compartida con nuestros semejantes,  que nos permitan contraponer puntos de vista en nuestras áreas de confort. Desean que cada vez estemos más solos, porque si estamos solos, es sencillo manipularnos. 

Además de eso nos quieren dependientes. Y lo hacen con trabajos precarios, con una economía debilitada. Por eso se está desindustrializando España a pasos agigantados y el sector primario está siendo disuelto desde  la Comisión Europea. Así son los globalistas: no los votamos, no los elegimos , no podemos fiscalizarlos y sin embargo, ellos deciden sobre nosotros. Lo último ha sido la modificación de la PAC, que en determinadas provincias de España va a producir auténticos estragos, y lo hacen porque nos quieren dependientes, para tener al final un voto manipulable y cautivo. Te imponen las ideas que ellos dicen que debes tener, sin un filtro crítico, y votas a quienes ellos dicen que tienes que votar. Ese es el objetivo. Y VOX lo que propone es todo lo contrario. Queremos una España fuerte. Queremos una soberanía energética, que nos permita crear una industria viable en el tiempo y eficiente económicamente. Queremos un sector primario fuerte, que compita con todos los productos que vienen de fuera pero en igualdad de condiciones, que no son aranceles proteccionistas, sino eso: igualdad de condiciones. Y queremos al final que los españoles puedan formar una familia, puedan tener sus núcleos sociales arraigados, mantener sus tradiciones y su cultura sin necesidad de que la administración ni el Estado les imponga ideas importadas. 

 

A los globalistas no los votamos, no los elegimos , no podemos fiscalizarlos y sin embargo, ellos deciden sobre nosotros. Lo último ha sido la modificación de la PAC, que en determinadas provincias de España va a producir auténticos estragos, y lo hacen porque nos quieren dependientes.

¿Es VOX el único partido en España que está librando la ‘batalla cultural’?

Sin duda ninguna. Es el único que lo está haciendo.

Pero ¿qué es la ‘batalla cultural’?

La batalla cultural es prácticamente todo lo que te acabo de relatar. Alguien que diga y explique que hay cuestiones que afectan a la libertad; a formar tu familia; permitirte vivir y opinar lo que tú quieras; permitirte trabajar en la industria, en el campo o en servicios y que tengas esa oportunidad. Y al final , recordar, revivir y fomentar los valores que son, en definitiva, los que cohesionan y cohesionaron durante cientos de años la cultura en España. Y esos valores son los que nos están intentando quitar precisamente para que esa cultura y esa cohesión que tenemos entre nosotros se disuelva. Y de eso se han olvidado todos los partidos, porque el partido que supuestamente nos tenía que defender a día de hoy solo habla de economía. Solamente. Y creen que con mantener la economía todo lo demás viene detrás, cuando es absolutamente mentira. La economía es fundamental, pero sin olvidarnos las ideas ni esa base sociológica de España. La economía puede ir bien pero si se disuelven todos esos núcleos y lazos familiares, la convicciones culturales y religiosas, terminaremos teniendo una España manipulable y dependiente.

Foto: Rocío Puebla

Ultraderecha, homofobia, xenofobia…  Son solo algunos de los adjetivos con los que constantemente se definen a VOX desde la mayoría de los medios y los adversarios políticos. ¿Cómo se lucha contra eso?

Ellos marcan una agenda y una dirección, y si tú te mantienes en su senda y discutes solo en su senda, al final estás luchando en su terreno. Hay que cambiar el paradigma. Ellos nos llaman fascistas, homófobos… A nosotros nos da exactamente igual. No queremos los halagos de Pablo Iglesias, como sí lo hace Pablo Casado, que salió a recoger la palmada de Iglesias después de la moción de censura. Para nosotros sería vergonzoso. Si a nosotros la izquierda nos alabase, sería señal de que algo estamos haciendo mal. Hay una distancia infinita con ellos, incluso en los temas de los que hablan. 

¿Es usted consciente de la viralidad en redes que han obtenido alguna de sus intervenciones en el Congreso de los Diputados?

La verdad es que no. No lo tengo interiorizado, no me impacta y no me motiva la dirección de mis actos, porque volviendo un poco a lo que decíamos antes, VOX no dice “lo que tiene éxito”, sino que habla sobre aquello de lo que está convencido. Y yo, cuando me preparo las intervenciones, cuando trabajo en el Congreso hago simplemente lo que creo que debo hacer. Si eso tiene éxito, bien. Si no lo tiene, también.

Cuando me preparo las intervenciones, cuando trabajo en el Congreso, hago simplemente lo que creo que debo hacer. Si eso tiene éxito, bien. Si no lo tiene, también.

Se les acusa de crispar el Parlamento. Entiendo que cuando denuncian la privilegiada financiación del País Vasco los del PNV se pongan alterados y no sea cómodo para el Gobierno. 

Claro que no es cómodo, sobre todo porque todos los gobiernos de España han necesitado siempre el apoyo de partidos nacionalistas y lo que han hecho ha sido engordar al ‘lagarto’. El ‘lagarto’ es ese partido nacionalista. Pensémoslo: si al final los ingresos fiscales ordinarios de una provincia cualquiera llegan a un punto determinado, con el cupo bajo se rebajan hasta otro nivel. Los vascos están pagando un poquito menos. No es la región con menor presión fiscal, en cualquier caso, pese al cupo. La diferencia de pagar un poco menos está en el bolsillo del PNV. Y es una cuestión que nadie la dice, porque todos los partidos han necesitado y necesitarán el apoyo del PNV. Y ese es el problema con esto como con tantas otras cosas. El capítulo de Presupuestos Generales del Estado que he analizado este año y el año anterior, que se llama ‘Entidades fundacionales, empresariales y sector público’, con carácter estimativo, que son empresas, fundaciones y demás con titularidad estatal que tienen una actividad económica, suponen seis mil millones de euros. Es que si nos quitásemos ese gasto de un plumazo, el IVA podría pasar a ser de un 17% en vez del 21%. Un cuatro por ciento de rebaja en todos los productos. Imagíneselo… Eso incentivaría el consumo y  haría más fácil la vida a los españoles, sin duda. Eso seis mil millones equivaldrían también a los impuestos de IRPF que pagan todas las rentas de menos de veintiún mil euros. Toda esa gente pagaría cero euros de impuestos ¡Y es que eso nadie lo dice! ¿Por qué? Pues porque eso son fundaciones y empresas con consejos de administración en los que todos son socialistas, y cuando llega el PP, todos populares. Agencias de colocación con sueldos de doscientos mil o noventa mil euros anuales. Y eso alguien tiene que decirlo. 

¿Qué impresión se lleva de su visita a Córdoba?

Veo que hay cuestiones muy concretas en las visitas que hemos realizado a parte del comercio . En el Congreso soy responsable de Industria, Comercio y Turismo. He observado que existen muchas opciones, pequeñas ‘grandes’ empresas, que exportan, con 60 trabajadores. Empresas textiles que son capaces de prestar unos servicios impresionantes. Tiendas de artesanía de plata que no pueden competir con ellas los productos importados. Vemos que hay un grandísimo potencial pero con los mismos problemas más o menos. 

El primero de ellos son las políticas arbitrarias con respecto a la pandemia. Ahora cierras, ahora no cierras, mañana abres o no…  Por supuesto el IBI y los impuestos  se siguen cobrando. Puntualmente. Pero a ellos les han expropiado su derecho al trabajador. Si te prohíben abrir, eso es una expropiación de un derecho. Y de la misma manera que a quien se le expropia un terreno para construir una autovía se le indemniza, a los que les expropias su derecho al trabajo deberías indemnizarlos también. Y eso no se ha hecho. No ayudas: indemnizaciones. 

Por otro lado, lo que veo son las absolutas trabas burocráticas. Licencias que tardan muchísimo. Muy de política municipal pero que al final ocurren en toda España. 

Un asturiano está acostumbrado a comer bien. Pero en Córdoba habrá comido mejor.

Al contrario que el nefasto ministro Garzón, hay que repetirlo allá donde vayamos: en toda España, vayas donde vayas, vas a tener una gastronomía espectacular y una oferta turística y cultural extraordinaria. En toda España. Desde cualquier punto de Cataluña, por supuestísimo Asturias- que es bárbara- y cómo no Andalucía. Esto hay que repetirlo constantemente. Y no se puede decir que un sitio de España sea mejor que otro porque deberíamos pasar por todos ellos y animar a todos los lectores de La Voz – y sin son internacionales mejor- a que nos visiten. 

Foto: Rocío Puebla