El «afán recaudador» del Gobierno pegará el ‘hachazo’ a los autónomos pero de manera progresiva


La negociaciones entre el sector y el Gobierno se encuentra en punto muerto

Movilización de los taxistas cordobeses./Foto: LVC

Como quiera que la propuesta de reforma que ha presentado el ministro Escrivá se enfoca a los próximos nueve años, el ‘hachazo’ -como desde ATA califican a la reforma del régimen especial de los trabajadores autónomos- parecerá que duela menos. Pero todo apunta a que producirá heridas serias en la línea de flotación de la mayoría de los autónomos.

Ayer lunes se produjo un nuevo encuentro entre estos profesionales y el Gobierno, sin avances. La negociación sobre el nuevo modelo de negociación se antoja larga aunque el ejecutivo de Sánchez se caracteriza por la vía expeditiva para resolver lo suyo, que no necesariamente coincide con lo nuestro y en este caso con lo de los autónomos. Poder vivir, principalmente.

La pasada semana estuvo en nuestro podcast José Luis Perea, secretario general de ATA, que sostiene lo mismo que dice el presidente de su asociación, el cordobés Lorenzo Amor. «Se nos presenta un régimen que es confiscatorio». Acusa al ejecutivo y sobre todo al ministro de no «bajarse del coche oficial y tomarse un café en la calle, con el tendero, el frutero o el de la tienda de zapatos». La vida es una cosa que ocurre mientras se legisla desde la moqueta. 

De la recomendación a la imposición

«La recomendación del pacto de Toledo decía que se debería acercar las cotizaciones a los ingresos reales de los trabajadores autónomos, pero en ningún caso establecer un régimen obligatorio, que es lo que nos está proponiendo el Gobierno», añade Perea, que reconoce que muchos trabajadores por cuenta propia no cotizan más porque «falta pedagogía» o sencillamente porque no pueden. Comer a veces es necesario. Actualmente por la ley de 2019 un autónomo puede subirse y bajarse las bases de cotización durante cuatro veces al año voluntariamente, depende del volumen de actividad. Lo que está claro es que en función de lo que coticemos vamos a tener prestaciones, no solo de cara a la jubilación sino por accidente de trabajo, incapacidad transitoria, etcétera. Incluso las ayudas están en función de la base de cotización», pero añade que « la mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima porque no pueden cotizar más». 

En este sentido el secretario general de ATA dice que «vas a cotizar más o menos en función de la capacidad que tengas de deducirte gastos», algo que considera injusto porque no todos los autónomos pueden deducirse lo mismo y recuerda que «ATA lleva 12 años pidiendo que los autónomos que no llegaran al salario Mínimo interprofesional coticen la mitad. Esta reforma era la esperanza para los que facturan menos, en el mejor de los casos lo que van a pagar es un 23% menos, sin embargo a los que tienen ingresos medios o superiores se les sube la cuota más de un 40%. Al final de los 9 años de regularización progresiva de cuotas estarán pagando un 200% más». Menudas tortas con este pan.

Para ATA, la principal asociación de autónomos de España, esta reforma tiene un carácter recaudatorio «brutal», como decía Lorenzo Amor en una reciente entrevista concedida a El Debate. Ese afán recaudatorio lo expuso y amplió otro de nuestros invitados en el podcast, Raúl Reina, que director de zona de Seguros España S.A. y trabajador autónomo. «El Estado se ha convertido en un monstruo insostenible y los políticos lo único que hacen es servir a ese monstruo. Nadie sirve al ciudadano. Pago un 30% en cotizaciones, si gano dinero, el 47% de IRPF. Después de todo eso no solo pago el IVA, que venía a sustituir a todos los impuestos pequeños, sino todos los impuestos especiales que no afectan al rendimiento sino al patrimonio».