La Fundación Prolibertas no puede continuar con su labor de atención social en las dependencias que tiene en la actualidad. Los locales situados en la parte trasera del convento de los Trinitarios, junto a la muralla almohade, hace mucho tiempo que no dan más de sí y tanto el comedor, como la cocina, el ropero o el servicio de duchas son claramente insuficientes para atender la demanda generada en la ciudad.
Por estos motivos, la Fundación Prolibertas ha solicitado a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), que abordará en la reunión de su Consejo Rector este miércoles la cesión de una parte del antiguo cuartel de Lepanto; en concreto, la parte trasera del actual centro de salud y que hasta hace unos años usaba Cruz Roja Española. La intención es crear un centro social para personas en situación de vulneración social.
Las estrecheces actuales
Como explica Prolibertas en la documentación presentada en la Gerencia de Urbanismo, por ejemplo, el comedor sigue funcionando en las mismas instalaciones en que echó a andar hace 30 años. En la cocina sólo hay espacio para una de dos fogones, a veces utilizan un fogón auxiliar «con los riesgos que ellos supone» y, además, no se puede ampliar el espacio. «Se puede considerar una heroicidad preparar 150 menús diarios en esta cocina», explican.
El almacén de alimentos tiene unas cámaras frigoríficas y congeladores «excesivamente pequeños», las 52 plazas del comedor «son hoy en día totalmente insuficientes», el ropero y el dispensario de ropa sufre los rigores del termómetro tanto en verano como en invierno y cuando llueve hay que clausurarlo por riesgo de derrumbe, al estar situado junto a la muralla.
Además, el pasillo que hay en las instalaciones de Prolibertas es totalmente polivalente, ya que lo mismo sirve para reparto de turnos para comida y ropero, zona de espera, recepción de donativos como alimentos y ropa, reparto de toallas y jabones para las duchas o comedor improvisado debido a que la demanda de comedor excede con creces la capacidad de la sala.
Por si esto fuera poco, los vehículos de carga y descarga tienen que entrar y salir por el patio del colegio, lo que que se tienen que acomodar a sus horarios; los despachos son sólo dos y pequeños, y el Centro de Día, que ocupa un espacio cedido en 2008 en el cuartel de Lepanto, necesita de una reforma para ser homologado como centro de servicios sociales.
El proyecto de Prolibertas
Prolibertas explica en la solicitud dirigida a Urbanismo que además de mantener e incrementar estos servicios en en futuro centro social, también ofrecerán otras prestaciones, como programas de atención e intervención social, cobertura de necesidades básicas, promoción e inserción laboral, participación en actividades ciudadanas, o programas de innovación social, entre otros.
