“Europa debe buscar alternativas de suministro energético ante la enorme interdependencia con Rusia”


Nicolás de Pedro: “Este conflicto traerá un aumento de inversión en Defensa en clave nacional, especialmente en los que perciban el peligro más de cerca”

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Bandera de Ucrania. /Foto: LVC
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Bandera de Ucrania. /Foto: LVC

Una semana después del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, el Instituto de Seguridad y Cultura ha realizado un seminario online para analizar las claves del impacto futuro que el conflicto puede generar en el escenario europeo y, de forma particular, en España.

Este seminario, titulado El conflicto de Ucrania en clave prospectiva, ha tenido lugar el jueves 3 de marzo a las 12:00, y ha contado con la participación de Guillem Colom, profesor de la Universidad Pablo de Olavide; Nicolás de Pedro, Head of Research and Senior Fellow del Institute for Statecraft de Londres; y Rubén Esteller, subdirector de El Economista.

Durante el mismo, moderado por la nueva coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura, Marta García Outón, se han abordado las claves que configuran el escenario actual de conflicto y su evolución futura, con la intención de aportar una visión más amplia y profunda sobre el conflicto.

En este sentido, se habló sobre la influencia del bloqueo hacia la salida exterior en la puja competitiva regional de alcance internacional. Como apuntó Nicolás de Pedro, hay que destacar “la importancia estratégica del puerto de Odessa para la influencia comercial de Rusia en la región, que se ha visto materializado en su presión marítima en el Mar de Arzov y el Mar Negro”. Y es que en la importancia del dominio del escenario marítimo, terrestre, aéreo y del espacio residen las principales causas de conflicto.

Con respecto al dominio del espacio aéreo, Rubén Esteller ha señalado que “el cierre de este espacio tiene un impacto directo en la economía de Rusia, en primer lugar, a nivel turístico”, algo que “también se percibirá en España, en zonas como Andalucía o la costa del Levante, por el nivel de inversión que aportaba el turismo ruso”.

Por otro lado, no hay que olvidar el impacto del bloqueo terrestre, debido a la importancia estratégica de las conexiones energéticas y ferroviarias. Algo que, como ha recordado Esteller, “está afectando en la necesidad europea de buscar alternativas de suministro energético ante la enorme interdependencia con Rusia”.

Otro factor a tener en cuenta en este conflicto es el relacionado con la narrativa y el relato. Para Guillem Colom, “Rusia ha perdido la batalla de la narrativa”, pues la manera en que Zelensky está manejando su comunicación a través de las redes sociales está favoreciendo que la percepción sobre la gestión del conflicto sea favorable para Ucrania.

En cuanto a las posibles negociaciones y acuerdos de paz, Nicolás de Pedro ha reiterado que “Rusia jamás puede considerar a una Ucrania integrada en la Unión Europea, y mucho menos bajo el paraguas de la OTAN”. Asegura que “Rusia quiere controlar Ucrania desde el punto de vista estratégico y ejercer una tutela sobre Kiev” por lo que “de momento a Putin solo le vale la victoria”.

Lo que está claro, como han señalado los ponentes, es que este escenario ha traído un nuevo concepto estratégico que, como dice Nicolás de Pedro, “traerá un aumento de inversión en Defensa en clave nacional, especialmente en los países que perciban el peligro más de cerca”.

El papel de la economía seguirá siendo determinante para gestionar este conflicto. Como ha apuntado Rubén Esteller, “por parte de la Unión Europea ha faltado dar alternativas al comercio energético con Rusia, que ya sabemos que tiene un gran nivel de importancia”, y por eso es fundamental recordar la urgencia de movilizar a los estados miembro a dirigir sus estrategias hacia nuevas alternativas energéticas. En este sentido, Esteller señalado la oportunidad de “recuperar los yacimientos que se exploraron en la vertiente oriental del Mediterráneo, o los procesos de descarbonización, además de reabrir el debate sobre la inversión en las energías nucleares, como solución al menos para este escenario en el corto plazo”.

Como ha señalado Guillem Colom, tenemos que “empezar a trabajar en las capacidades para el futuro, tanto en el ámbito de la energía como en el de la Defensa”. Además, para Colom “cada vez será más necesario dirigir la atención hacia amenazas no compartidas, como la del flanco sur para España, o las relacionadas con el campo del ciberespacio y del relato”.

Sobre el Instituto de Seguridad y Cultura

El Instituto de Seguridad y Cultura es una asociación sin ánimo de lucro que promueve la prevención del extremismo violento y la investigación sobre Seguridad y Defensa. Dentro de sus actividades, esta entidad ha impulsado el programa “Democracia, Radicalismo y Sociedad Civil”, que tiene como objetivo promover el debate sobre cómo la sociedad civil puede tener un papel activo en la prevención del extremismo violento.