Cs en el Ayuntamiento, historia de un polvorín


Las polémicas han sacudido al Grupo Municipal desde los primeros meses del actual mandato

Antonio Álvarez, Eva Timoteo, David Dorado, Isabel Albás y Manuel Torrejimeno. Ciudadanos cs
Antonio Álvarez, Eva Timoteo, David Dorado, Isabel Albás y Manuel Torrejimeno. /Foto: LVC
Antonio Álvarez, Eva Timoteo, David Dorado, Isabel Albás y Manuel Torrejimeno. Ciudadanos
Antonio Álvarez, Eva Timoteo, David Dorado, Isabel Albás y Manuel Torrejimeno. /Foto: LVC

Cuanto peor, mejor, pensarían algunos políticos sobre sus adversarios y, en el caso del Grupo Municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de la capital cordobesa, parece que la máxima se ha cumplido a la perfección en este mandato.

Cs llegó a Capitulares en 2015, pero fue en 2019 cuando el trabajo de ese primer mandato con José Luis Vilches y David Dorado como ediles dio su fruto y doblaron sus concejales, ya con Vilches fuera del tablero, lo que dio lugar a una primera polémica soterrada.

Con la entrada de los naranjas en el Gobierno Municipal todo apuntaba a que, salvo las fricciones propias con Vox, todo sería una balsa de aceite, gracias al buen entendimiento con el PP y a que la mayoría, aunque no absoluta, era suficiente: 14 a 13, sin contar a Vox que sería un aliado con el que negociar palmo a palmo.

Nada más lejos de la realidad. Lo que se presumía sosegado se convirtió en un polvorín para Cs cuando no se había cumplido ni el primer año de mandato. María Luisa Gómez Calero dimitía como gerente del Imdeco, que presidía -y preside- el concejal de Cs y compañero de partido, entonces de esta, Manuel Torrejimeno.

‘Comisión Torrejimeno’

Gómez Calero justificó su decisión en “las presiones que estoy recibiendo por parte del actual Presidente del Instituto Municipal de Deportes de Córdoba para realizar ciertas actuaciones, que según mi criterio no se corresponden con los principios de cualquier persona que rige una entidad pública debe tener”. Un modo de actuar el de la exgerente, que la primera teniente de alcalde, Isabel Albás (Cs), achacó al “estrés laboral”.

Tras el revuelo y las peticiones de dimisión de Torrejimeno por parte de la oposición, primero llegó la calma y, luego, una comisión que siguió echando leña al fuego. Así fuentes consultadas por este medio calificaban la actitud seguida por Gómez Calero en la comisión como un “pacto de silencio” entre ellay los responsables del PP. Si bien, precisaban que la edil, ahora independiente, se había “ratificado en las acusaciones contra Torrejimeno”, al que habría acusado de “machista”, de hacerle bullying para que “prevaricara” y, en consecuencia, lo acusaba de “prevaricador”. Términos que estas fuentes consideraban “muy graves”, puesto que la exgerente del Imdeco no habría aportado pruebas y se habría excusado en que los “testigos eran sus hijos” y por eso no lo habría denunciado en el juzgado. Pero iban más lejos y aseguraban que Gómez Calero habría acusado a su partido (“al mismo que la expulsó y por el que ahora es concejal”) de “mafia” y actuar con “prodecimientos mafiosos”. 

El ‘Caso Timoteo’ y el regreso de Gómez Calero

Cuando Gómez Calero testificó en la comisión ya era concejal. El caso fue rocambolesco, ya que accedió al acta como independiente, no por Cs, y en sustitución de Eva Timoteo, que dejó su cargo, tras las acusaciones de incompatibilidad entre la dedicación exclusiva en el Ayuntamiento y la actividad de su despacho de procuradora de los Tribunales. Así lo señalaba en una comparecencia pública en la que detallaba las razones que le llevaban a esta renuncia y en la que no ahorraba críticas a los grupos políticos que han denunciado esta situación.

De la exconcejal de Cs se dijo que debería devolver lo cobrado como edil después de que no pidiera al Pleno la compatibilidad para ejercer su actividad privada como procuradora. Pero una reciente sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo, reconoce que no deberá devolver lo cobrado como edil.

El ‘Caso Dorado’

Tras tres días de idas y venidas, David Dorado ha dejado de formar parte del Grupo Municipal de Cs y pasará a ser concejal no adscrito. El concejal lo anunció el lunes por la mañana, rectificó el mismo día por la noche y volvió a la decisión de origen el miércoles.

Cabe recordar que Dorado había anunciado su renuncia «para continuar investigando, colaborando con la justicia y hablando, como concejal, sobre el presunto mayor caso de corrupción del Consistorio», en alusión al ‘Caso Infraestructuras’, al tiempo que declaró que el alcalde, José María Bellido (PP), «debe dimitir» y que su partido no contase con él en la ejecutiva nacional, entre otros aspectos, que fueron analizados por los grupos de la oposición y lamentado por su propio partido.

Al respecto, y en unas declaraciones difundidas, Dorado aseguraba que ha sido víctima de un «engaño» porque tras su decisión inicial de desligarse de Cs, le «ofrecieron una garantía de libertad» para que diese marcha atrás, a cambio de que si sus declaraciones como portavoz de Cs «no gustaban alcalde» popular, entonces «se rompería el acuerdo de gobierno» entre el PP y Cs.

Tras todos estos vaivenes, la realidad dicta, de momento, que PP y Cs suman 13 ediles por los 14 de la oposición, sin contar los dos de Vox. Por lo que, a partir de ahora, al equipo de gobierno ya no le bastan las abstenciones de los verdes, sino que necesitará su sí.